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Las cinco capitales de provincia de Castilla-La Mancha, junto a Talavera de la Reina, se mantienen en cifras de incidencia preocupantes, pero la comparación de una semana a otra mejora, ya que Albacete cambia de escalón dentro de lo que se considera ‘riesgo extremo’ por COVID. Se trata de la única capital de provincia que está por debajo de las medias nacional y regional en incidencia. Castilla-La Mancha se sitúa en una incidencia a 14 días de 915 casos por cada 100.000 habitantes. Las restricciones, cambian esta medianoche.
- Talavera de la Reina: pasa de una incidencia de 2.486 casos a 1.885.
- Toledo: pasa de 1.030 a 941.
- Guadalajara: pasa de 1.249 a 928.
- Cuenca: pasa de 1.868 a 1.332.
- Ciudad Real: pasa de 1.411 a 943.
- Albacete: pasa de 648 a 495.
- Castilla-La Mancha pasa a 915 casos. La media nacional es de 750.
- La OMS pone la barrera en 200 casos a 14 días y 50 a siete.
En el exhaustivo análisis que hace el pediatra Juan Ríos, autor de estos gráficos, hay que tener en cuenta que si bien Albacete es la capital con los mejores datos de incidencia, la provincia sólo tiene 33 municipios por debajo de los 500 casos. Y si bien Ayna se mantiene a cero, Villapalacios llega a los 4.802 casos. Asimismo, Albacete capital está en 495,5. No obstante, a la hora del rastreo resulta más sencillo en una población de 583 habitantes que en una ciudad de más de 173.000.
Albacete, del verde al granate
En este contexto, cabe recordar que el consejero de Sanidad, Jesús Fernández, advertía en su última comparecencia pública de que la nueva ‘desescalada’ dependerá de múltiples factores, de ahí que no se pronunciara sobre una incidencia objetivo. De hecho, si bien los datos de incidencia de Castilla-La Mancha mantienen la mejoría desde hace más de diez días y los hospitales también mejoran su situación en planta, este cambio de tendencia, hasta el viernes, no se había traducido a las UCI o a las muertes.
Nueva ola, nuevos datos
Conforme evolucionan las cifras de esta llamada tercera ola se ven estadísticas nunca vistas en cuanto a contagios y muertes. Sin embargo, hay que recordar, como advirtieran en su día el Tribunal Superior de Justicia y el Instituto Nacional de Estadística, que durante la primera ola apenas si se hicieron PCR, sobre todo al principio, y la Consejería de Sanidad no registró todas las muertes por coronavirus.
En cuanto a la presión hospitalaria, que es clave a la hora de ‘repensar’ las restricciones, los gráficos de Juan Ríos indican que se ha pasado, en cuestión de días, de diez hospitalizados por cada cien contagios, uno de ellos en UCI, a doce de cada cien, dos de ellos en UCI.
Por tanto, las cifras indican una mejoría a todas luces, dispar entre provincias y localidades, que sigue moviéndose dentro de los riesgos alto y extremo.
Desde el 19 de enero, Castilla-La Mancha tiene toque de queda de 22,00 horas de la noche a 07,00 horas de la mañana; mantiene el cierre perimetral de cada uno de sus municipios así como la clausura en todo el territorio tanto de los centros comerciales como de la hostelería o los gimnasios. Asimismo, la cepa británica ya se ha detectado en doce pacientes.
