
Carta de una hija pidiendo que la sanidad pública de Albacete rectifique hacia una muerte digna, lo que no ha tenido su madre
Quiero compartir mi experiencia sufrida en el hospital general de Albacete, en la planta de Medicina Interna durante los 9 días que ha estado ingresada mi madre de 97 años de edad, con el objeto de hacer una llamada a la compasión y la conciencia humana, imprescindibles en estas situaciones.
Decepcionada por la falta de empatía
Durante estos días al lado de mi madre, de noche y día, llenos de mucho dolor y pena, ante el inminente fallecimiento, se añade el sufrimiento de no sentirme acompañada, escuchada ni atendida por parte de algunas personas del personal sanitario. Soy consciente de que mi madre estaba a las puertas de la muerte, y eso era inevitable, pero precisamente por ello, la cercanía del personal sanitario cuando estamos tan vulnerables es muy necesario.
Soy sanitaria desde hace 30 años, 20 de ellos en el Hospital General de Albacete) y me he sentido decepcionada por la falta de empatía y responsabilidad de algunos profesionales y compañeros.
Falta de profesionalidad y sensibilidad
Quiero destacar especialmente la falta de profesionalidad y sensibilidad de la facultativa que llevaba a mi madre, sobre todo después de sedarla, nunca más la vi venir a la habitación. Cuánto me hubiera gustado tener su apoyo y sobre todo darme la oportunidad de poder aclarar mis dudas sobre el proceso de cómo mi madre se iba apagando. He sentido una relación distante y fría, sin apenas proporcionarme la más mínima información sobre su estado y sobre su evolución, dejándome llena de incertidumbre, dudas y totalmente apenada.
Quiero mencionar algunos ejemplos:
Cuando mi madre ya llevaba la mascarilla ventimask- reservorio y me trajeron la comida, le pregunté a la técnico en cuidados auxiliares de enfermería que le consultase a la enfermera encargada ese día cómo darle de comer, porque no se le podía quitar la mascarilla, la respuesta fue: «Hazlo como quieras».
Salí al pasillo a ver si tenía la suerte de ver pasar algún médico, y cuando vi salir a un facultativo le pedí, con mucha educación, si por favor podía avisar a la facultativa que nos había atendido hasta la fecha para consultarle. A los pocos minutos, entró en la habitación otro facultativo diciéndonos que la doctora estaba ocupada y él mismo solucionó la situación para que pudiera darle de comer, aumentando el oxígeno por encima de los 15 litros, de manera que, sin retirársela demasiado, lo pude hacer.
Sin ayuda
Cuando terminé de darle de comer, fui al control para informar a la enfermera y que vinieran a dejar el oxígeno en los niveles previos y adecuados. La enfermera no salió al control ni vino nadie hasta la hora de ponerle los aerosoles.
Cuando vino a ponerle los aerosoles, como el oxígeno se ha de cambiar a seis litros, llevándolo mi madre a 15, en dos minutos se terminó el aerosol y había que ponerle rápidamente de nuevo la mascarilla y subirle a como lo llevaba (a 15 litros). A mi madre empezó a bajarle la saturación a 65 (el valor normal está entre 95 y 100), y corriendo yo hice el cambio, poniéndole la mascarilla de nuevo a 15 y llamé a control. Vino el médico, otra enfermera y auxiliares.
La enfermera que le puso los aerosoles no apareció por la habitación.
El médico de guardia me dijo que menos mal que había sido rápida y me comunicó que no debía mi madre llevar pautado aerosoles teniendo que llevar el oxígeno tan alto, porque el aerosol sólo se puede poner a seis litros. Y yo me pregunto: ¿La enfermera sabía que al terminarse el aerosol podía bajarle la saturación a 65?, ya que en menos de dos minutos terminaría de pasarle el aerosol. Y en este caso, ¿cómo no estar pendiente de esto? Si no llego a reaccionar a tiempo, mi madre hubiera fallecido inmediatamente.
No todo el mundo es igual
Por supuesto, no quiero dejar en el tintero mis más sincero agradecimiento y reconocimiento expreso a algunos profesionales y compañeros que nos han atendido. Me confirma que no todo el mundo es igual. Algunos profesionales, tanto en el trato a mi madre como a mi misma, han demostrando un tacto exquisito y una capacidad de comprensión, apoyo, empatía y humanidad extraordinarios.
Sin intimidad en el lecho de muerte
Por otro lado, durante estos días hemos compartido la habitación con otras dos enfermas y sus familiares, por lo que, a los responsables políticos y al señor Page les rogaría que entendieran la necesidad de un espacio para la intimidad y el respeto que se necesita cuando un ser humano se encuentra en su lecho de muerte.
La habitación parecía un parque. A esto se añaden los comentarios y algunas palabras hirientes por parte de los familiares de la cama de al lado. Además, con poco espacio para movernos, para sentarnos, para que familiares cercanos que habían venido de fuera pudieran acercarse y estar a su lado, para la tener intimidad que se necesita en estas situaciones tan difíciles.
¿Alguien puede ponerse en mi piel? He sentido una impotencia, rabia, dolor y pena antes lamentable y vergonzosa situación. Y ante el hecho de que se permita que esto suceda en el Hospital General de la ciudad de Albacete.
Gracias por permitirme expresar mis sentimientos, y espero que esto ayude a conseguir condiciones para una muerte digna, que mi madre Soledad Navarro Amat no ha tenido.
En mi nombre y en el de mi familia, González Navarro.
Llevo desde el domingo sin poder andar,
Ayer me llevó el 112 a urgencias por la mañana con un dolor inaguantable,lo primero al llegar me tiraron de la camilla,fueron inhumanos conmigo,después de dos horas allí me pincharon y me mandaban para casa sin más si ninguna radografia por la caiga de camilla por lo menos,exijo me vea trauma,y después de cinco horas nos dicen que como tengo cita en diez días no es competencia de ellos….no son profesionales están ahí por estar han estudiado por hacer algo y por supuesto doy fe y puedo dar nombre y apellidos de que atienden y hacen pruebas sin más a allegados
Sólo pedía que me quitaran el dolor y me hicieran algo, hoy estoy en casa con más dolor sin poder moverme y un hematoma de la caída de la camilla, es vergonzoso toda mi vida trabajando y sin hacer gasto a la seguridad social que me traten así, cuando pueda tomare medidas