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Un brote de coronavirus en un asentamiento de temporeros, con cerca de 500 inmigrantes, ha puesto en jaque a las autoridades locales, regionales y nacionales de Albacete, ya que la situación obliga a confinarlos para contener los contagios, que ya superan la veintena. Además, al problema sanitario se ha sumado el social, ya que los inmigrantes protagonizaban altercados en la ciudad. En principio, la Consejería de Sanidad ha confirmado que se van a acondicionar las instalaciones de la Institución Ferial (IFAB), mientras que los positivos se seguirán derivando al pabellón del Instituto Tomás Navarro Tomás.
Los inmigrantes se trasladarán a la IFAB durante dos semanas
Los casos positivos permanecerán en el instituto Tomás Navarro Tomás
- Una cesión de la Diputación. El presidente de la Institución, Santiago Cabañero, ha respondido a la solicitud que, a última hora de este domingo, el alcalde de la ciudad, Vicente Casañ, hacía llegar por escrito a la Presidencia de la Casa Provincial pidiendo esa infraestructura con el fin de poder trasladar allí a los temporeros.
En el brote de coronavirus detectado en los asentamientos de la carretera de las Peñas, en Albacete capital, la última palabra la tiene la Consejería de Sanidad. Pero necesita el aval de la Justicia, para llevar a cabo el confinamiento; el apoyo de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, que dependen del Gobierno, así como a la Policía Local e instalaciones que dependen del Ayuntamiento de Albacete. En este contexto, la reunión que empezó ayer a las siete de la tarde para encontrar una solución al brote se alargó hasta altas horas de la noche. Y es que aún hoy no está claro cómo se va a confinar a más de 400 personas.
Está decidido que se van a acondicionar los pabellones de la Institución Ferial de Albacete (IFAB); que los casos positivos que no requieran hospitalización se confinarán en el instituto Tomás Navarro Tomas, en la Avenida de España, y que se procederá a la clausura de los asentamientos por sus condiciones de “inmundicia”. Pero ni la Consejería de Sanidad tiene claro que todos los temporeros puedan instalarse en la IFAB.
No obstante, el coronavirus corre a un velocidad que necesita actuaciones rápidas. Si el jueves se confirmaba el primer caso positivo en un asentamiento, este domingo, después de 370 pruebas, los contagios se elevaban a 21 y las condiciones higiénicas de los afectados eran inhumanas.
El domingo que lo cambió todo
Y mientras los mínimos efectivos sanitarios y policiales trataban de controlar esta situación, este domingo los temporeros salían de los asentamientos -hay dos a escasos cien metros- para protagonizar una protesta en la Circunvalación de Albacete, dentro de la ciudad, que acababa con pedradas contra los periodistas, ataques a terrazas de la zona e incluso temporeros heridos por la reacción de vecinos que acudieron a la zona. Se saldaba sin detenidos, con el susto de los testigos y el regreso de los inmigrantes a los asentamientos, en su mayoría africanos que vienen a trabajar en el campo. Sin embargo, fue este suceso el que provocó la reacción de las autoridades.
Descontrol
Si bien se han hecho 370 pruebas en los asentamientos, donde personal del Sescam y ONG siguen trabajando, los temporeros han entrado y salido de las naves donde malviven y muchos de ellos huyeron en cuanto auguraron la presencia policial. Hay un auto judicial, desde el sábado, que obligaba al confinamiento mientras se hicieran las pruebas PCR, pero la falta de efectivos ha hecho imposible el cumplimiento de ese aislamiento.
