• Alcalá del Júcar nos descubre Tolosa

    El Autor

    Rigoberto López y Manuel Martínez

    Profesor de Psicología en la Facultad de Enfermería y dentista

    No hay ruta fea, pero con Alcalá del Júcar, y a pesar de la pertinaz sequía, no nos equivocamos, menos aún si Tolosa es nuestro punto de partida. Así, nos desplazamos desde Albacete hasta Casas de Juan Núñez y seguimos hasta Villavaliente (CM 3254), en cuyos campos de secano podemos ver construcciones de piedra seca característicos, bombos y cucos, que los agricultores de épocas pasadas utilizaban para refugio y descanso en largas jornadas de trabajo.

    No hay ruta fea, pero con Alcalá del Júcar, y a pesar de la pertinaz sequía, no nos equivocamos, menos aún si Tolosa es nuestro punto de partida.

    • Distancia: 13,18 km.
    • Desnivel positivo: 310 m.
    • Dificultad técnica: moderado.
    • Altitud máxima: 711 m.
    • Tipo de ruta: circular.

    Bajamos a Alcalá del Júcar y cruzando el río, entre puntales y morrones, seguimos hasta Tolosa, una de sus pedanías regada por el Júcar. Algo más de 30 habitantes censados, de los que viven habitualmente en esta época apenas una docena. Es un destino de turismo rural en fines de semana y en verano crece exponencialmente.

    Aparcamos junto a la ermita e iniciamos la marcha todos, menos la relaciones públicas. Cruzamos y bordeamos el río, siguiendo por una magnífica senda que nos conduce hasta la Casa de La Paz y la Central del Bosque (río abajo). Si siguiéramos, llegaríamos al Tranco del Lobo, el Pantano del Molinar y el Castillo de Don Sancho.

    No hay ruta fea, pero con Alcalá del Júcar, y a pesar de la pertinaz sequía, no nos equivocamos, menos aún si Tolosa es nuestro punto de partida.

    Aguas verdosas que nos invitan al baño, pero será otro día. Sabemos que a nuestra derecha esta La Gila, a donde llegaríamos si siguiéramos alguna de las sendas que van ascendiendo. Por el molino de Don Benito, cambiamos de sentido para ascender por una empinada y zigzagueante senda, florida de romero y aliagas.

    Aunque la altitud es pequeña, el valle y el río abajo nos parece un abismo cuando nos asomamos a alguna cornisa que nos sirve de mirador. ¡Una vez más, sublime! Por ello, y porque el bardo pide tiempo, sacamos los tentempiés y termos. Hoy se propone una nueva variedad de té que, aunque delicioso, no es identificado en su esencia, ¡té marroquí con hierbabuena! Sólo ferromán saca la hierba. 

    No llueve desde diciembre

    Arriba, llanos verdes sembrados de cereales, almendros en flor y viñas. Los trigos con las hojas enrolladas sobre el tallo, ¿esa lluvia para cuándo? No llueve desde diciembre y se nota. Aun así, florecillas amarillas pigmentado el cuadro y yeros forrajeros alfombrando la planicie. Un rebaño de cabras montesas campan a sus anchas ramoneando los sembrados. Cámaras en ristre y voz de mando, ¡chira, chira…brreeerraa!.. que alerta al ganado y lo paraliza momentáneamente, para el click de las cámaras, aunque algunos no se lo crean.  ¡Ni pío, que empieza la campaña!

    El recuerdo de una abeja

    A la altura del Corral de la Ceja, unas tablas nos alertan de la presencia de colmenas. Y por si no fuera explicito el anuncio, una abeja defiende con ahínco la intromisión en su espacio y persigue al mudito sin piedad hasta dejarle su aguijón en el cuello como recuerdo, que el hombre guía extrae. ¡Vale para rotos y remiendos!

    Proseguimos por el camino de Los Majuelos y Cañizo Melchor hasta unas casas donde un nuevo camino de herradura nos bajará, casi de noche, hasta Tolosa, por la zona de la ermita y el bar. Tres jóvenes del lugar nos abren su bar para darnos lo único que tienen, jarras de cerveza fresquita. ¡Qué pena que no tuvieran nada para picar! Pero nos cuentan que pronto empezaran con talleres y barbacoa. Alguna luz se enciende, habrá que enseñarle esto a la familia. Ya, en busca de otro lugar para la recompensa del día, nos despiden un zorro plateado y unas cabras escaladoras, con las luces y casas de Alcalá de fondo. Después de las patatas con alioli nos retiramos, y le damos un nuevo empujón a la campaña.

    No hay ruta fea, pero con Alcalá del Júcar, y a pesar de la pertinaz sequía, no nos equivocamos, menos aún si Tolosa es nuestro punto de partida.
    Alcalá del Júcar.

    📍Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

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