Alejandro Cencerrado muestra en un libro los secretos de dieciséis años calculando la ansiada felicidad
En un lugar conocido como el Nueva York de La Mancha, nació hace 34 años Alejandro Cencerrado, un hombre de ciencias que persigue al unicornio de la felicidad. Hace más de 6.000 días -más de 16 años- que empezó a anotar su felicidad. ¿Ha encontrado el secreto? De momento, sabe que la Salud Mental tiene la clave. ‘En defensa de la infelicidad’ revela dieciséis años de búsqueda de un albaceteño que ha acabado trabajando, nada más y nada menos, que en el Instituto de la Felicidad de Copenhague.
“La soledad resta felicidad”
“Lo mires por donde lo mires, merece la pena invertir en Salud Mental”
“La gente se adapta a la enfermedad física, pero no a la mental”
¿Se puede medir la felicidad? ¿Por qué es imposible ser feliz? ¿Estamos programados para estar insatisfechos? Y si la felicidad es imposible, ¿de qué sirve la ciencia de la felicidad? ¿Qué puede hacernos felices en nuestra «sociedad del bienestar»? Alejandro Cencerrado lleva más de 6.000 días buscando la respuesta a estas preguntas. No ha encontrado ni el sí ni el no sino todo lo contrario.
La relación con lo demás, la calidad de esa interconexión con la familia, los amigos o los compañeros de trabajo tiene una de las claves de la felicidad. Y es que Cencerrado tienen los números que demuestran que “la soledad resta felicidad”.
Pero hay una clave en la que los gobiernos y su apuesta por la sanidad pública tienen mucho que decir. Después de preguntar a miles de personas, el diagnóstico de una enfermedad como el párkinson no te lleva a la infelicidad. Sin embargo, la ansiedad y la depresión son los mayores lastres. “Lo mires por donde lo mires, merece la pena invertir en Salud Mental”, dice Cencerrado en una entrevista telefónica desde Madrid. Y es que “la gente se adapta a la enfermedad física, pero no a la mental”.
Apuntar su propia felicidad, puntuándola dieciséis años de 0 a 10, además de su experiencia como analista en el Instituto de la Felicidad de Copenhague, han llevado a Cencerrado a descubrir que “cuanto más inviertes en salud más recuperas”. También ha constatado que esos dos caballos de batalla, al ansiedad y la depresión, tienen parte de su origen en el trabajo y la pareja. No obstante, él tiene claro que la soledad, la muerte y el miedo de la pandemia sentarán un antes y un después.
“Somos felices por contraste”
Cuando el autor comenzó a tomar nota de sus niveles de felicidad, su principal objetivo era alcanzar un pleno de 365 días felices. Sin embargo, no lo consiguió. Y es que hay tantos días buenos como malos; repetir lo que nos hace felices no basta y, lo más importante, “somos felices por contraste”. “Para disfrutar del sol, necesitamos el contraste con el invierno”.
Alejandro Cencerrado Rubio
Alejandro Cencerrado Rubio (Albacete, 1987) es licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid, experto en Estadística y analista de big data del Instituto de Investigación de la Felicidad de Copenhague (Dinamarca). Aplicando los algoritmos más avanzados, ha extraído las dinámicas internas de su propia felicidad y los factores diarios que más afectan a su bienestar.
¿Quién es el hombre que calcula la felicidad?
▶️ Twitter @AlejandroCence2