
La Sociedad Española de Medicina Estética lanza ‘Tu cara ya no me suena‘, una campaña divulgativa sobre las consecuencias de dejarse llevar por tendencias perjudiciales que ponen en jaque la identidad, singularidad y seguridad del paciente en medicina estética.
La Sociedad Española de Medicina Estética lanza “Tu cara ya no me suena”
La campaña ayuda a diferenciar los procedimientos médicos de los estéticos, identificar el modus operandi de la mala praxis y tomar decisiones informadas para proteger no solo su belleza, sino no también su salud.
Juan Antonio López-Pitalúa, presidente de la Sociedad Española de Medicina Estética, adviert que muchos de los contenidos que se ven en internet muestran procedimientos médicos como sencillos e inocuos, pero la realidad es que aplicados en manos equivocadas ponen en jaque la seguridad del paciente.
Según datos arrojados por un estudio de percepción independiente impulsado por la Sociedad Española de Medicina Estética un 47% de la población se ha sometido a alguna técnica médico estética en alguna ocasión.
Y alerta que sobre que el 65% de los tratamientos médico-estéticos son realizados por profesionales no cualificados o que el 20 % de estos procedimientos se realizan en lugares no regulados (centros sin acreditación, peluquerías o domicilios).
Claves
En la web de la campaña indican ciertas afirmaciones de las que se debe desconfiar:
- “Te pincho en casa. Total, son dos minutos”. Estos tratamientos deben ejercerse en centros autorizados por la Consejería de Sanidad.
- “Yo ya pinchaba cuando los médicos estudiaban”. Solo los médicos pueden diagnosticar y aplicar procedimientos de medicina estética.
- “La cantidad no es un problema, el material se reabsorbe”. La medicina estética lleva la palabra medicina delante por algo. Acude a un médico para reducir al máximo los posibles riesgos asociados.
- “El riesgo es cero, llevo años haciéndolo”. Esta medicina ni es inocua ni es sencilla.
- “Te invito a mi botox Party”. Una infiltración del tipo que sea solo debe tener dos protagonistas: tú y el médico.
- “Apúntate a nuestro Black Friday”. Si una transfusión sanguínea se anunciara en estos términos, ¿te fiarías?