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Ya están en el Hospital General de Almansa de la mano de las voluntarias de la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC). Las ‘Almohadas del Corazón’ se entregarán a las mujeres operadas de cáncer de mama para aliviar las molestias tras la intervención quirúrgica. Proporcionan comodidad y la posibilidad de apoyarse en el brazo afectado mientras la paciente está sentada o tumbada, aliviando el dolor.
Entre sus beneficios, la almohada impide que el brazo roce la herida o se hinche por afectación del sistema linfático. Asimismo, ayuda a sostener el brazo y los músculos del hombro y facilita descansar sobre el lado operado. Por otra parte, permite a la mujer estar sentada, ya que no se tiene que mantener el brazo en alto por encima de la cabeza.
La almohada evita que el brazo se hinche
Las almohadas también reducen el efecto de golpes o empujones accidentales sobre la zona afectada y permiten aliviar el dolor que se produce al toser. Pero, además de los beneficios físicos, a nivel emocional, regalar una Almohada del Corazón ayuda a reforzar la autoestima de las pacientes y hacerles saber que no están solas.
A nivel emocional, regalar una Almohada del Corazón ayuda a reforzar la autoestima
La presidenta de la AECC de Almansa, Isabel López Cabanes, acompañada de un grupo de mujeres de la asociación, acaba de entregar 24 almohadas al Hospital, donde, a partir de ahora, se regalará a las mujeres afectadas de cáncer de mama.
Tal y como ha explicado la coordinadora del Plan Dignifica en Almansa, María Elia Serrano, la almohada tiene forma de corazón, con una V más pronunciada de lo habitual para que encaje perfectamente bajo el brazo y no se mueva.
Las voluntarias de la AECC cosen las almohadas y las enfermeras las reparten
Las primeras almohadas llegadas al Hospital General de Almansa han sido entregadas a la planta de hospitalización quirúrgica y serán distribuidas por las enfermeras a aquellas pacientes que lo necesiten.
Las ‘Almohadas del Corazón’ surgieron en Estados Unidos hace años y se han exportado a otros países. Son elaboradas por personas voluntarias que se encargan de confeccionar, rellenar, coser y envolver las mismas, con el asesoramiento de profesionales para que tengan la forma y peso adecuados. Una vez terminadas, se llevan a los hospitales y las enfermeras se encargan de entregarlas personalmente a las pacientes.
