• Investigación: una apuesta contracorriente

    La farmacéutica Almudena del Campo Balaguerías tenía dos caminos profesionales para elegir, uno colmaba su vocación y otro calmaba su cuenta corriente. Eligió el primero, que no es otro que el de la investigación, concretamente frente al cáncer. Todo el mundo le había advertido del sacrificio que supone apostar por la ciencia en España, pero decidió nadar contracorriente y, de momento, no se arrepiente.

    La farmacéutica Almudena del Campo tenía dos caminos profesionales para elegir, uno colmaba su vocación y otro calmaba su cuenta corriente.

    La farmacéutica Almudena del Campo Balaguerías ha empeñado su futuro en investigar contra el cáncer

    ¿Qué lleva a jóvenes talentos al camino peor remunerado?

    La joven investigadora compaginó durante el quinto y último año del Grado de Farmacia las prácticas, hospitalarias y en oficina de farmacia, el trabajo fin de grado y el ‘Mecenazgo Antonio Cepillo’, una alianza entre la Asociación de Familias de Niños con Cáncer (Afanion) y la Universidad de Castilla-La Mancha (UCLM) para captar talento con una beca.

    Fue precisamente este guiño de Afanion a la investigación el que puso en contacto a Almudena del Campo con el complicado camino que ha elegido, el que da esperanza de vida a los pacientes en una carrera de fondo, callada, en la que miles de científicos de todo el mundo van de la mano.

    Tal fue la tentación, que a pesar de que estaba más que advertida del sacrificio que le iba a suponer, cuando acabó el grado y la beca apostó por la tesis. Esta farmacéutica pidió todas las ayudas posibles. Y tuvo respuesta para una beca nacional, otra de una entidad privada y una tercera de la UCLM, que fue la que eligió finalmente porque le da cuatro años de estabilidad laboral.

    Bajo la dirección de los científicos Carlos Alonso e Iván Bravo, esta investigadora trabaja ahora en la Facultad de Farmacia sintetizando moléculas con propiedades antitumorales para ver si en el futuro pudieran ser un fármaco que frenara el cáncer. Está probando en cáncer de mama, ovario e incluso de colon.

    La farmacéutica Almudena del Campo tenía dos caminos profesionales para elegir, uno colmaba su vocación y otro calmaba su cuenta corriente.

    El grado que lo tiene todo

    Alumna de la única Facultad de Farmacia de Castilla-La Mancha, la de Albacete, Almudena del Campo Balaguerías entró con un 12,8 de nota media porque no sabía qué hacer. Llegó a Bachillerato sabiendo que le gustaban la Química, la Física, las Matemáticas o la Biología, pero sin que le llamara especialmente la atención ningún grado de Ciencias de la Salud.

    Cuando anduvo totalmente perdida, una amiga le dijo que, dadas sus preferencias, su carrera era Farmacia. Y daba la casualidad que en Albacete, su tierra, tenía una de las más prestigiosas, pero también de las más exigentes.

    Finalmente, optó por la Facultad de Farmacia de Albacete, donde el esfuerzo mereció la pena. Primero Afanion con su beca, y ahora la UCLM con Plan Propio de Investigación, han terminado de reconducir su vida profesional.

    “Lo que me decían era muy deprimente”

    Hoy Almudena del Campo tendría trabajo bien remunerado y con horario en una oficina de farmacia o en la industria, pero le gusta la investigación, que además de contribuir a curar le da la oportunidad de seguir formándose. “Lo que me decían era muy deprimente”, recuerda, pero, con 24 años, tiene vocación para rato. Quizá sean los genes de su bisabuela, que era química, o de su bisabuelo, que fue farmacéutico en el CSIC.

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *