• Anestesiología: el día que se abrieron los quirófanos

    El 14 de abril, el Servicio de Anestesiología y Reanimación de Albacete anunciaba en su cuenta de Twitter que los quirófanos de sus hospitales estaban libres del coronavirus COVID-19. Y es que en el momento en el que estos profesionales tuvieron que recurrir a los respiradores de quirófano porque las UCI habían llegado al colapso, en marzo, se produjo un punto de inflexión. La enfermedad COVID-19 había llevado a los centros sanitarios a escenarios nunca vistos. Hoy, en el Día Mundial de la Anestesia, toca reconocer de nuevo el esfuerzo de estos especialistas, muchos con secuelas psicológicas, que se reconvirtieron para evitar que los pacientes COVID muriesen ahogados.

    Imagen de los internos residentes llegados al Servicio de Anestesiología de Albacete en 2020, el año de la pandemia.

    Anestesiología advirtió del colapso, de la falta de respiradores y del fracaso del envío de Turquía

    Habilitó los quirófanos para intubar a pacientes COVID

    Los anestesistas tuvieron un papel clave en la primera oleada de la pandemia dentro y fuera de los quirófanos, ya que fueron ellos quienes advirtieron de que la sanidad pública había llegado al límite, ventilando a pacientes con respiradores de quirófano. Ellos dieron un paso al frente denunciando que no tenían con qué intubar y ellos, a través de la Asociación de Anestesia de Castilla-La Mancha, advirtieron de que los anunciados respiradores de Turquía no eran aptos para una ventilación prolongada.

    Igual que los neumólogos lidiaron con las máscaras de Decathlon y los intensivistas con respiradores de clínicas veterinarias, los anestesistas probaron con todo tipo de inventos y donaciones para salvar vidas, llegando incluso a pedir ayuda a comunidades vecinas.

    En el Día Mundial de la Anestesia, la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor (SEDAR) ha apoyado con una serie de acciones la iniciativa de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WSFA) bajo el hashtag #MyWellbeingIsYourWellbeing que significa, “mi bienestar es tu bienestar”.

    En el contexto de la pandemia por coronavirus, la tensión ha sido y es elevada. “Todos estamos sometidos a estrés y con motivo del Día Mundial de la Anestesia queremos concienciar a los profesionales y dirigentes sobre la importancia de cuidar y respetar el bienestar laboral del personal sanitario”, explica el Dr Antonio Planas, secretario general de la Sociedad Española de Anestesiología, Reanimación y Terapéutica del Dolor.

    Y es que los anestesiólogos experimentan altos niveles de fatiga ocupacional, síndrome de “burnout”, dependencia y depresión, según datos de la Federación Mundial de Sociedades de Anestesiólogos (WSFA).

    El 13 de julio, José, después de 108 días, se convertía en el último paciente de la UCI del Servicio de Anestesiología y Reanimación de Albacete.

    Por ello, en el Día Mundial de la Anestesia, la SEDAR conseja:

    • Tomar pequeños descansos.
    • Plantear sus preocupaciones sobre el estrés.
    • Debatir estrategias para mejorar el bienestar.
    • Fomentar el equilibro entre el trabajo y la vida personal.
    • Cuidar a sus compañeros.
    • Implementar sistemas de evaluación de riesgo en el lugar de trabajo, además de tener muy presentes las normas internacionales OMS-WFSA para una Práctica Segura de la Anestesia.

    Más allá de dormir y despertar

    La Anestesiología y Reanimación es una especialidad médica que, una vez alcanzada la nota de corte en el examen MIR, pueden elegir los licenciados en medicina tras acabar sus estudios en la facultad.

    Los Servicios de Anestesiología y Reanimación representan las plantillas médicas más numerosas en los hospitales y trabajan en todo el hospital.

    Los anestesiólogos, por supuesto, anestesian a los pacientes en el quirófano, los duermen y los despiertan, pero también tratan a pacientes críticos en las Unidades de Reanimación y Cuidados Intensivos, realizan sedaciones para exploraciones de endoscopia fuera de los quirófanos, son quienes llevan a cabo la analgesia epidural en los paritorios a las mujeres que dan a luz a sus bebés y dirigen las Unidades del Dolor de los hospitales, ayudando y aliviando en su día a día a pacientes que viven con dolor crónico.

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