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Los profesionales -personal de limpieza, técnicos, enfermeros, farmacéuticos o médicos- desde las ambulancias hasta los laboratorios pasando por Urgencias y las plantas, están agotados, estresados y sin material para protegerse, pero cada tarde y cada vez con más fuerza, a las 20,00 horas, las manos asoman a las ventanas y balcones para romper en aplausos de agradecimiento a ese esfuerzo titánico al que les está obligando el coronavirus.
El agradecimiento por el esfuerzo ante el coronavirus no se queda sólo en los aplausos
Y el agradecimiento no se queda sólo en los aplausos, a las Urgencias del Hospital General Universitario de Albacete llegan desde pizza y pollo frito de las cadenas de comida rápida hasta tartas de chocolate de negocios locales como detalle para cuando se tomen un respiro.
El escenario está cambiando de forma vertiginosa. En Castilla-La Mancha, se precipitó todo el jueves 12 de marzo. En días que han parecido meses, hospitales como el de Albacete han tenido que cerrar quirófanos y transformar salas de espera en improvisadas zonas de aislamiento. Pero el personal está trabajando a una. Dicen que es agotador física y psicológicamente, al tiempo que subrayan que, aunque con pocos medios de protección, todos están respondiendo.
No dejan de circular los mensajes de angustia, pero también los vídeos de aplausos dentro y fuera de los centros sanitarios. Un gesto que, para quienes están trabajando más que nunca en esta cuarentena, se convierte en un aliento.
Esta tarde, a las 20,00 horas, hay una nueva cita para que el sonido de los aplausos les recuerde que no están solos.
