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Las investigaciones iniciadas tras el comienzo de la pandemia mundial actual siguen su curso en busca de un objetivo fundamental, el conseguir una vacuna eficaz contra el Covid-19. Los resultados logrados hasta el momento podrían adelantar su puesta en marcha que, en principio, se sitúa en al menos 18 meses. Los proyectos más avanzados son los relacionados con los resultados en común del centro investigador italiano Advent-Irbm y la Universidad de Oxford.
La apuesta más optimista, sitúa la vacuna en septiembre, pero el resto no la ve antes de 18 meses
A pesar de la cautela que continúa imprimiendo la OMS comienza a producirse un cierto optimismo por parte de los investigadores implicados. La razón se encuentra en los buenos resultados cosechados en los ensayos de la vacuna realizados en macacos, subespecie Rhesus, de los que se sabe presentan un genoma muy similar al humano. Por ello, comienza ya a experimentarse en personas. La fase II comparativa del ensayo ya ha comenzado este mes de mayo.
Según fuentes de la sociedad biomédica italiana implicada, la vacuna podría estar lista en septiembre, pero para ello es necesario evidenciar los dos requisitos indispensables para su uso masivo en la población; una total efectividad de la misma y la ausencia de efectos adversos, resultados que esperan sean satisfactorios en las sucesivas fases del ensayo. Dada la magnitud de la epidemia, si la vacuna fuera aprobada contaría con una importante y rápida financiación para poder ser distribuida entre la población mundial.
El proyecto cuenta hasta el momento con la financiación del Gobierno británico que se cifra en 20 millones de libras. En dicho estudio los científicos parten de una tecnología empleada en el pasado para combatir una enfermedad respiratoria grave provocada por un virus similar al Covid-19. Desde el ministerio de Sanidad británico afrontan el reto de ser los primeros en tener lista una vacuna eficaz por lo que “se están poniendo todos los recursos posibles”. Los investigadores de la Universidad de Oxford esperan disponer de al menos un millón de dosis al final del verano si se consigue finalizar el ensayo con éxito.
