• Así es la Pediatría en Suecia

    El Autor

     Jorge Sotoca

    Pediatra albaceteño en Suecia 

    En las siguientes líneas intentaré describir cómo funciona la Pediatría en Suecia y el trabajo de pediatra. Pero inevitablemente lo haré añadiendo juicios de valor y comparaciones con el sistema español, pues en ambos he trabajado. No obstante, soy consciente de que algo que funciona bien en un sistema puede no tener buen resultado en otro y viceversa. Pero quizá alguna idea interesante pueda surgir, quién sabe.

    Lo primero es la formación. El pediatra que ha estudiado Medicina en Suecia lo ha hecho en una de las 7 universidades del país (Stockholm, Göteborg, Lund, Uppsala, Umeå, Lindköping y Örebro en orden de tamaño). La carrera son también casi 6 años. Posteriormente hay un periodo obligatorio de prácticas remuneradas, el AT. Son como residentes de primer año que en periodos de 2-3 meses van rotando por servicios esenciales (Interna, Trauma, Cirugía, Psiquiatría, Primaria, Pediatría) durante un total de casi 2 años (las rotaciones y el tiempo total varía algo según el hospital). El acceso es según currículum y entrevista. Al terminar se obtiene el título de Médico Legitimado y se puede optar a una especialidad.

    El acceso a la residencia (ST en sueco) también es a través de cv y entrevista. No hay un número concreto de plazas sino que depende del servicio y hospital. En teoría al menos, el servicio cuenta con el residente para que continúe como especialista al terminar los 5 años de formación especializada. Esta es la vía simplificada pero casi todos hacen antes del AT o entre el AT y el ST contratos de 6 meses en que se trabaja como residente sin serlo. Valen para que el candidato sea conocido y evaluado por el servicio y para que el candidato decida en conciencia si esa especialidad y servicio es en la que quiere seguir.

    Hay alguna su especialidad pediátrica reconocida, como Neonatología, Alergia o Neuro, por ejemplo. Pero no todas aún. Normalmente la subespecialidad la obtienes después de la residencia con periodos formativos remunerados adicionales para cumplir los criterios que se exigen como subespecialista.

    Una de las diferencias principales es que no hay apenas pediatras de Primaria. Alguna excepción hay pero por lo general se atiende al niño sano en las revisiones por enfermeras (especializadas en Pediatría la mayoría, eso sí) y la asistencia a demanda de niños mayores de 6 meses sin enfermedad crónica por médicos de familia. Los menores de 6 meses con algún problema agudo o los enfermos crónicos se les recomiendan que contacten directamente con el hospital. Es habitual el contacto telefónico que con frecuencia evita el desplazamiento al hospital en situaciones no graves.

    En las grandes ciudades suele haber consultorios externos al hospital donde pediatras hacen valoraciones y seguimiento de niños que no requieren una consulta especializada. Otro punto de contacto de los niños con el sistema sanitario es el colegio. Allí hay enfermeras en cada uno y médicos (pueden ser pediatras pero no es obligatorio) que hacen valoraciones del desarrollo y de problemas de salud que afecten la escolarización. Todos ellos pueden ser origen de derivaciones de pacientes al servicio de pediatría del hospital.

    El doctor Sotoca explicó a sus compañeros las peculiaridades de la sanidad en Suecia en una conferencia que impartió en el Hospital General Universitario de Albacete.

    La asistencia especializada está jerarquizada en hospitales de referencia. Hay hospitales comarcales con consultas y urgencias pero sin hospitalización. Hay hospitales terciarios con todas las especialidades pero que deriva o consulta los pacientes más complejos con los centros de referencia de los hospitales universitarios. Finalmente, hay ciertas patologías que solo de tratan en centros especiales. Por ejemplo, cirugía cardiaca pediátrica solo hay en Göteborg y Lund. Estos centros de referencia suelen tener médicos disponibles para consultas telefónicas por los pediatras de los hospitales más pequeños y además se desplazan para pasar consulta a esos hospitales de vez en cuando, evitando desplazamientos de pacientes.

    Otra gran diferencia es el escaso número de camas de UVI-P. Solo los hospitales universitarios y menos de 30 en todo el país. Y llevadas por anestesistas, no pediatras. Las de UVI-N son más pero suelen llenarse, especialmente ahora que por el déficit de enfermería han cerrado puestos.

    Uno de los aspectos que menos me gusta es la dotación de las guardias. El objetivo es que haya en el hospital el mínimo imprescindible de médicos. Así suelen ser residentes los únicos que están de presencia y se complementa con especialistas localizados que responden a las dudas y van al hospital cuando es necesario.

    Por el contrario, uno de los aspectos que más me gusta es que cada categoría laboral se encarga de sus funciones. Las enfermeras suelen estar tan especializadas que atienden a su propia agenda de pacientes diabéticos, asmáticos, epilépticos, eneuréticos, etc. Hay auxiliares encargadas de las analíticas que resuelven todas los pequeños problemas que siempre surgen con las muestras. Tenemos en el servicio varias secretarias que arreglan el papeleo y escriben los informes pues los médicos dictamos. Además hay una dietista, una psicóloga, dos físios, un logopeda, una terapeuta ocupacional y una profesora en el aula hospitalaria. Realmente se disfruta trabajando en equipo.

    Finalmente, puedo describir mi día a día para que de una imagen más real. Se entra a las 8:00 con un pase de guardia y una sesión diferente cada día. Cuando acabamos antes de las 9:00 (casi todos los días) tomamos juntos un café. De 9:00 a 12:00 es el turno de antes de comer y de 13:00 a 16:00 el de después de comer. De 12:00 a 13:00 es teóricamente la comida y a las 16:00 llegan los de guardia para dar el pase. En los turnos de antes y después de comer puedo pasar consulta algunos días (4-5 pacientes por turno es lo habitual). Otros paso la planta haciendo un pase con las enfermeras a las 9:30 y otro a las 15:00. Otros días estoy en urgencias como consultor/docente de los residentes. Finalmente hay días de administración para arreglar papeleos. A todo eso hay que añadir varias llamadas de teléfono a pacientes como sustitutos de consultas presenciales.

    A decir verdad no es tan diferente. Hay días de correr y no darte tiempo a abarcar todo lo que quieres hacer como también hay días relajados para disfrutar con una asistencia centrada en el niño y su familia. Mi sensación es que hay menos pediatras subespecializados y más pediatras generales ejerciendo en los hospitales, echo de menos al pediatra de Primaria pero disfruto del trabajo multidisciplinar y en equipo.