• Aulas TEA: integrando el autismo en la escuela

    Creadas en 2014, este curso han funcionado un total de 37 aulas TEA en Castilla-La Mancha

    El Autor

    Juan Antonio González Ochoa

    Maestro y periodista

    “Hijo, tu nuevo compañero es un poco raro, ¿no?” pregunta la madre extrañada, a lo que el niño contesta: “No, mamá, Rubén es muy cariñoso y tiene TEA, es mi amigo”. Esta conversación ficticia bien podría ser un buen ejemplo de cómo las aulas abiertas TEA van consiguiendo en las nuevas generaciones de niños el principal objetivo para el que se crearon: la normalización e integración de los alumnos con TEA.

    El trastorno y las aulas

    El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es un trastorno de origen neurobiológico que afecta de manera diferente a cada persona y que compromete principalmente a cuatro campos de la vida: la comunicación, las relaciones sociales, la imaginación y la conducta. En la actualidad no existe cura y este trastorno acompañará a la persona a lo largo de su vida. El diagnóstico no impide el desarrollo de la persona y, si bien no hay dos personas con TEA iguales, podemos encontrar ejemplos de personas con TEA en la universidad, en un conservatorio o en diferentes puestos de trabajo.

    Las aulas TEA son aulas abiertas especializadas para lograr la inclusión y normalización del autismo en centro públicos de Castilla-La Mancha. Creadas en 2014, en el presente curso 2020/2021 han funcionado un total de 37 aulas en toda la región con más de mil alumnos TEA atendidos por los equipos multidisciplinares que las dirigen.

    Colegio Ilarcuris

    El Colegio Ilarcuris de Illescas (Toledo) cuenta con una de estas aulas TEA desde hace dos cursos. Este colegio público ubicado en la capital de La Sagra toledana  atiende a 483 niños desde los 3 hasta los 12 años en las etapas de Educación Infantil y Primaria. 7 niños del centro están diagnosticados con TEA y son atendidos por el equipo especializado del aula según confirma Maica Baíllo, orientadora del centro. Resulta llamativo que AMITEA (nombre del aula TEA del centro formado por la unión de los vocablos Amigos TEA) atienda solo a una niña frente a un total de 6 niños. No obstante, resulta menos extraño si tenemos en cuenta que según las estadísticas, por cada mujer diagnosticada de TEA hay cuatro varones, hecho que queda manifiesto en las estadísticas de este colegio.

    Cartel decorativo de AMITEA

    Diagnóstico

    La totalidad de los niños TEA del colegio llegaron al centro con un diagnóstico de un neurólogo. Estos especialistas médicos son los encargados de diagnosticar este trastorno que se suele significar más claramente a partir de los 18 meses de vida. Una vez escolarizados con 3 años, el equipo de orientación decide quién se incluye en el aula y quién no en función de las necesidades propias de cada alumno. Puede darse el caso de que un niño diagnosticado no sea atendido en el aula si en su caso específico no se considera necesario. El Aula TEA está capacitada para atender una ratio de 4 a 6 niños y es un espacio que sirve de recurso al centro para atender las necesidades concretas de este alumnado.

    Maica Baíllo, orientadora del centro, delante del logo de AMITEA

    Escolarización

    Maica Baíllo explica que “la escolarización se organiza en dos partes”. Por un lado, la atención específica en el aula TEA y por otro, la integración en un aula ordinaria donde la socialización se realiza entre iguales y fomentando el carácter aprehensivo, sin las etiquetas propias de los centros específicos. Aunque cuentan con el apoyo del equipo de orientación del centro, algunos tutores reclaman más apoyos dentro del aula así como formación más específica en un trastorno para el que no se consideran del todo preparados.

    El horario del alumno se divide en ratos de atención específica en el aula AMITEA e inclusión en el resto de materias en su grupo aula. En cualquier caso, priorizando las necesidades del alumno, el equipo TEA siempre tiende a favorecer la inclusión del niño en su grupo de referencia trabajando dentro del aula ordinaria el máximo tiempo posible.

    El equipo AMITEA

    El trabajo específico con los alumnos  en el aula TEA se organiza entorno a tres áreas diferenciadas. Teresa Manzaneda es la maestra especialista en Pedagogía Terapéutica. “Mi trabajo consiste en refuerzo curricular de aprendizajes funcionales, autonomía, socialización y funciones ejecutivas, entre otros” explica Teresa. Mari Carmen Alarcón es la maestra especialista  en Audición y Lenguaje, “en mi caso trabajo la estimulación del lenguaje, la intención comunicativa y la puesta en marcha de sistemas alternativos y aumentativos de comunicación”.

    Por último, Eva Canales es ATE (Auxiliar Técnico Educativo) y se encarga de tareas de aseo, alimentación, control de esfínteres y acompañamiento del alumno en recreos, comedor y gimnasio. Las tres coinciden en señalar que la coordinación y el trabajo de equipo son fundamentales ya que todas las áreas se relacionan de forma global y deben adaptarse a la particularidad de cada alumno.

    Las especialistas Eva Canales, Mari Carmen Alarcón y Teresa Manzaneda forman el equipo de AMITEA.

    Futuro

    Ejemplos como el de AMITEA demuestran que la inclusión de este alumnado no solo  es una realidad factible, sino una obligación de la sociedad para afrontar un trastorno que lleva años sufriendo los estigmas fruto del desconocimiento de la ciudadanía.  Frente al mito extendido de que las personas con TEA no quieren estar con los demás, conviene saber que su aislamiento es más bien debido a sus problemas de socialización y de comunicación. Es aquí donde las aulas TEA tienen un papel trascendental en las escuelas. 

    Favorecer entornos accesibles, entender su mirada distinta de las cosas, conocer sus dificultades para expresar los sentimientos o corresponder sus necesidades afectivas son pequeñas ayudas que podemos ofrecerles y que suponen un avance cualitativo en su calidad de vida. Todo esto solo puede hacerse a través de la inclusión y de la normalización de las personas TEA. Afortunadamente la sociedad avanza en la dirección correcta y la escuela ejerce una vez más de pionera.

    El lema “Puedo aprender, Puedo trabajar” del Día Mundial del Autismo 2021 nos enfrenta a la realidad de las personas TEA. Ser diferentes no les invalida y de ahí que su inclusión en la escuela les ofrezca un futuro lleno de posibilidades para desarrollar su proyecto vital.

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