• Crecen las derivaciones a la sanidad privada para pruebas

    Las derivaciones para técnicas diagnósticas en Castilla-La Mancha han pasado de más de 52.000 en 2014 a más de 65.000 en 2016. Según las estadísticas del Sescam, la gerencia que más deriva a la sanidad privada es la de Albacete, con más de 17.500 pruebas en 2014 y más de 26.000 en 2016, tendencia que se mantiene en 2017. Descienden sin embargo, a más de la mitad, las derivaciones para procedimientos quirúrgicos. Estos datos se desprenden del informe de Programas Especiales de Listas de Espera, donde se alega, desde falta de recursos humanos y materiales hasta las obras de hospitales como los de Albacete o Toledo como justificación.

    “Las infraestructuras, los recursos materiales y humanos del centro son insuficientes para atender la demanda. Las posibilidades de mejora están condicionadas a la ampliación prevista en el Complejo Hospitalario”. Éste es el mensaje que se puede leer en 15.252 pruebas diagnósticas, como resonancias magnéticas, ecografías, mamografías o endoscopias, que la sanidad privada asumió el año pasado en el caso de Albacete.

    Ciudad Real derivó más de 11.000 pruebas y en 5.600 de ellas alegó reducciones de jornada sin cubrir en la plantilla de Cardiología. En el caso del Hospital de Villarrobledo, la derivación a la sanidad privada se centró en ecografías y ecocardiogramas por la falta de radiólogos y cardiólogos.

    Cabe recordar que sanidad pública y privada han convivido históricamente en Castilla-La Mancha. Pero el binomio ganó fuerza, sobre todo en Albacete, con las transferencias sanitarias. Desde que el Gobierno regional cogió las riendas de la sanidad, la Ley 8/2000 de 30 de noviembre permite al Sescam convenios o conciertos para prestar servicios sanitarios con medios ajenos. El presupuesto público para sanidad privada llegó a superar, en 2011, los 200 millones de euros.

    En 2010, la atención sanitaria derivada a empresas privadas suponía un coste al Sescam de más de 191 millones de euros. En 2011, esta cifra subió a cerca de 202 millones de euros y, en 2012, el descenso fue drástico, situándose en 145,6 millones de euros. Los conciertos con la sanidad privada se fueron reduciendo hasta 2015, cuando se quedaron en 123,2 millones de euros. El año pasado se preveía una inversión en este capítulo de 122,9 millones de euros.

    El gráfico explica la evolución presupuestaria de derivaciones a la sanidad privada desde 2010.