
Vanessa, José Luis, Sandra y Juan José son únicos y diferentes, pero tienen una cosa en común: los cuatro son autistas. Esta es la premisa de la que parte ‘Somos Infinitos’, la campaña con la que Autismo España, en colaboración con el movimiento asociativo del autismo en toda España, conmemora este miércoles el Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo 2025.
El autismo se presenta de infinitas formas en uno de cada cien nacimientos
«Somos infinitos” persigue concienciar a la ciudadanía de que el autismo se presenta de infinitas formas, es decir, que no hay dos personas con autismo iguales. Por ello, cada persona en el espectro necesita unos apoyos especializados y adaptados a su situación y a su momento vital, que le permitan mejorar su desarrollo y bienestar y promuevan su participación social.
Los profesionales de las entidades de autismo trabajan cada día para prestarles estos apoyos, pero para garantizar su financiación, sostenibilidad y calidad, es fundamental contar con la colaboración y compromiso de las administraciones públicas.
La falta de recursos o la precariedad en la prestación de estos servicios comprometen la calidad de vida de las personas con autismo y sus familias, dificultando su acceso a un diagnóstico precoz y a la atención temprana, a una educación de calidad, al empleo, a una vida independiente y por tanto al ejercicio pleno de sus derechos.
«Si crees que nos conoces… es que todavía no nos conoces»
Así, las asociaciones recuerdan que en España se estima que hay alrededor de 500.000 personas con autismo, con realidades y necesidades muy diversas. A pesar de esta alta prevalencia (1 de cada 100 nacimientos, según cifras de Autismo Europa), el autismo sigue siendo un gran desconocido para buena parte de la ciudadanía y las personas en el espectro no tienen garantizados sus derechos.
Por ello, este 2 de abril, Día Mundial de Concienciación sobre el Autismo, desde el movimiento asociativo del autismo en España alzan la voz para recordar que las personas autistas no son invisibles y para reclamar una mayor implicación de todos los agentes sociales.
Es fundamental que dejen a un lado los prejuicios y conozcan de verdad a las personas autistas, su talento y sus capacidades, pero también las barreras que experimentan en los múltiples contextos sociales, con el objetivo de promover su participación social en igualdad de condiciones y de garantizar así su derecho a disfrutar de una buena calidad de vida.