
El ser humano se diferencia del resto de los seres vivos en la capacidad para establecer una identidad propia y valorarla.
La autoestima es un conjunto de percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias de comportamiento dirigidas hacia nosotros mismos, hacia nuestra manera de ser y de comportarnos. En resumen, es la percepción evaluativa de nosotros mismos.
Está formada por factores internos (creencias, conductas, ideas…) y factores externos (cultura en la que el individuo se desarrolla, experiencias vividas y mensajes recibidos de las personas significativas…).
Una buena autoestima, es la base para el bienestar psicológico
La importancia de la autoestima estriba en que concierne a nuestro ser, a nuestra manera de ser y al sentido de nuestra valía personal. Por lo tanto, puede afectar a nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás.
Una buena autoestima, es la base para el bienestar psicológico, ya que la mayoría de los problemas psicológicos como ansiedad, depresión, bajo rendimiento escolar o laboral, abuso de sustancias, etc., están, en parte, generados por una baja autoestima.
No se nace con una baja o alta autoestima, sino que tiene sus bases:
- Las etapas iniciales del desarrollo son de vital importancia en el desarrollo de una autoestima “sana o positiva”. Los bebes, a través de los cuidados y la educación recibida, han de ir saliendo de una relación de total dependencia a una mayor autonomía e independencia. Esta base, se irá formando a través del equilibrio entre la protección y la libertad, el respeto, un contexto definido con normas y limites, la aceptación de sus sentimientos y pensamientos y la consideración de su propia persona.
- Universo social y material que nos rodea. El contacto con otras personas es una de las fuentes más importantes que tenemos para poder crear nuestra propia visión del mundo. La relación que tenemos con cada una de las personas de nuestro entorno (amigos, familia, pareja) va a ser la responsable de desarrollar la idea de cómo creemos que somos.
- Creencias negativas. Es muy complicado cambiar las creencias y pilares que hemos ido asumiendo a lo largo de la vida, pero esto no quiere decir que sea imposible.
- La teoría que hemos elaborado sobre nosotros mismos. Todos y cada uno de los calificativos con los que nos definimos a nosotros mismos, buenos o malos, forman una teoría sobre quién creemos que somos.
Podemos diferenciar cuatro tipos de autoestima:
- Autoestima alta: es el nivel deseable para que una persona logre sentirse satisfecha en la vida, sea consciente de su valía y de sus capacidades y pueda enfrentarse a los inconvenientes de forma resolutiva.
- Autoestima media: supone cierta inestabilidad en la percepción de una misma.
- Autoestima baja: ineptitud, incapacidad, inseguridad y fracaso son los términos que acompañan a una persona con autoestima baja.
- Autoestima inflada: es aquella que tienen las personas que se creen mejores que el resto, que son incapaces de escuchar a los demás y mucho menos de aceptar o reconocer un error. Su autoestima se encuentra tan sumamente abultada y exagerada que se creen con el derecho de menospreciar a los que están alrededor. Este tipo de autoestima genera conductas muy negativas y hostiles.
Lo ideal es mantener la autoestima alta, sin llegar a una autoestima inflada. Para ello hay que tener muy claro que la autoestima se puede mejorar y aumentar
¿Qué síntomas me pueden avisar de que tengo la autoestima baja?
- No tengo seguridad en mí mismo
- No expreso mis gustos u opiniones por miedo a ser rechazado o por pensar que mis opiniones no tienen el mismo valor que las opiniones de los demás
- No me esfuerzo por conseguir lo que quiero ya que creo que no lo voy a lograr
- No me relaciono con los demás como me gustaría por miedo a no hacerlo bien
- Necesito la aprobación de los demás
- Suelo atribuir a causas externas mis logros y a causas internas mis fracasos
- Casi nunca estoy contento con lo que hago porque pienso que podría hacerlo mejor
- No me siento feliz
- Pienso en mis debilidades y casi nunca en mis fortalezas
- Me cuesta tomar la iniciativa
- Siento que no tengo nada que aportar
¿Cómo puedo aumentar mi autoestima?
1. No te machaque. Tenemos que ser realistas tanto con nuestras virtudes como con nuestros defectos, no somos perfectos, pero la intención no es serlo, el objetivo es ser feliz.
2. Piensa en positivo. Cambia ”no puedo” por “voy a intentarlo”. Forzarse un poco a mirar las cosas buenas de la vida nos puede ayudar a salir de la dinámica negativa.
3. Ponte metas realistas y que puedas cumplir. Poco a poco podemos aumentarlas y veremos que estamos consiguiendo lo que nos proponemos. Si fracasamos, aprendamos de ello sin culparnos, fallar es una manera de aprender.
4. No sientas envidia, cada persona es un mundo, céntrate en ti, en tu vida, todos tenemos algo bueno que aportar.
5. Acéptate y perdónate. Escribe una carta con todo aquello que no te gusta de ti y todo por lo que te sientes culpable. Valora lo que puedes mejorar, aún estás a tiempo de hacer borrón y cuenta nueva.
6. Haz críticas para crecer, que todo lo que te digas sirva para mejorar.
7. Quiérete y respétate, tienes derecho a ser feliz y a hacer feliz a los demás.
8. Haz actividades que te hagan feliz. Es la mejor manera de encontrarse con uno mismo.
9. Descarga tu “mochila”: trabajos que no satisfacen, relaciones que no aportan, hábitos que no gustan… Para superar todo esto es necesario tomar cierto control sobre la situación, pensar en positivo y tratar de cambiarlos.
10. Antes de acostarte piensa en las cosas buenas que has vivido durante el día, los retos superados, los errores cometidos y cómo mejorar.
La psicóloga Paula Pastor impartirá una charla sobre autoestima el próximo jueves, 27 de septiembre, a las 19,00 horas, en el Centro Sociocultural del Ensanche (Albacete).