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A 43 kilómetros de Albacete y menos de 50 minutos en coche, nos encontramos con el paraíso del senderismo, Ayna, la suiza manchega, escenario de la película de culto ‘Amanece que no es poco’. Paisajes impresionantes, desde el río y el monte, permiten divisar un panorama de ensueño. Además, las rutas están perfectamente marcadas.
La oficina de turismo o la página web Turismo de Ayna dan las claves para perderse en paisajes indescriptibles, sin renunciar al merecido descanso o a una gastronomía donde el tomate de la tierra es uno de los platos obligados.
La Cueva del Niño, la ruta de Amanece que no es poco, los miradores, el senderismo e incluso las posibilidades de escalada convierten a este pueblo albaceteño en un destino indispensable para disfrutar de la naturaleza con un simple paseo u optando por la aventura.
Dentro de la apuesta por el senderismo de Diario Sanitario, Ayna es una de las paradas obligadas. Pero no hay imagen, crónica, vídeo o fotografía que se pueda comparar con visitar este pueblo en persona.
La ruta de la Fuentezuela o la circular de la Fuente de la Parra requieren senderistas con cierto fondo. Sin embargo, si la temperatura acompaña, dan ganas de recorrerlas una y otra vez para ver las diferentes estaciones.
