• El Ejército ‘rescata’ a Atención Primaria con el rastreo

    Este mes de agosto, efectivos de la Base Aérea de Los Llanos, de Maestranza y de la Escuela de Pilotos de la OTAN (TLP) se han unido de nuevo al rastreo de casos de coronavirus COVID-19 en la provincia de Albacete, una vigilancia epidemiológica de apoyo a unos centros de salud desbordados. Y es que, desde el mes de noviembre de 2020, primero desinfectando residencias de ancianos, para más tarde rastrear y citar para la vacunación, las Fuerzas Armadas se han movilizando frente a la pandemia con dos operaciones, Balmis y Baluarte, sin precedentes.

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    Desde la Base Aérea, se trabaja de lunes a domingo para frenar al coronavirus COVID-19

    De lunes a domingo, la Sala de Vigilancia Epidemiológica de la Base Aérea de Los Llanos no para. Desde el mes de agosto ha dejado las citaciones para vacunar dando prioridad al rastreo de casos COVID, dada la alta incidencia. Un total de 41 efectivos, entre oficiales, uno de ellos psicólogo, suboficiales y miliares de tropa, han recibido formación para apoyar al Servicio de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam).

    Han aprendido qué entonación poner, cómo alertar sin asustar y, en definitiva, cómo convencer de que, ante un contagio o una sospecha, el aislamiento es la única defensa frente al COVID. Y es que los militares reciben un listado de pacientes positivos diario a los que tienen que llamar para averiguar sus contactos, recomendando en todos los casos un mínimo de 10 días de aislamiento.

    Como ha explicado el capitán Bernardo Goig, uno de los oficiales al mando de la Sala de Vigilancia Epidemiológica, “no es fácil explicar a un autónomo que tendrá que cerrar su negocio durante 10 días”. Y es que estar al otro lado del teléfono no es sencillo. Si bien ahora la mayoría de los contagios se dan en jóvenes, estos están contagiando de nuevo a sus abuelos, que se ven indefensos ante el COVID. “Hay personas mayores que, vacunadas, se han contagiado en una pequeña comida familiar al aire libre”, explicaba la soldado García Ramos, del TLP, mientras insistía en la importancia de no bajar la guardia.

    Desde noviembre de 2020, desde la Base Aérea de Los Llanos, con el apoyo de Maestranza y el TLP, se han llevado a cabo cerca de 16.000 llamadas telefónicas de rastreo y se han cerrado más de 101.000 citas para la vacunación frente al coronavirus COVID-19.


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    Capitán Bernardo Goig.

    “No es fácil explicar a un autónomo que tendrá que cerrar su negocio”

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    Soldado García Ramos.

    “Hay personas mayores que, vacunadas, se han contagiado en una pequeña comida familiar al aire libre”

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    Sargento primero Juan Carrasco Viñas.

    “A todos los contactos estrechos se les pide que se aíslen en casa durante diez días”

    Si la operación Balmis fue el mayor despliegue miliar en tiempos de paz, con el Ejército en las calles y desinfectando las residencias de ancianos, Baluarte, la segunda de las operaciones en pandemia, no se ha cerrado, sólo que en el caso de Albacete pasó del rastreo a la vacunación y ahora ha tenido que regresar de nuevo a la vigilancia epidemiológica.

    La cadena se ha establecido de tal forma que los Servicios de Epidemiología de la Dirección Provincial de Sanidad tienen hilo directo con la Base Aérea de Los Llanos y su equipo de rastreo. Cada mañana, los efectivos reciben el listado de pacientes, positivos en COVID confirmados, e inician el rastreo. “A todos los contactos estrechos se les pide que se aíslen en casa durante diez días, pero si están vacunados sólo les aconsejamos que no se vayan de vacaciones y que guarden la distancia social sin prescindir de la mascarilla”, explicaba el sargento primero Juan Carrasco.

    Un inocente encuentro de jóvenes puede acabar con una persona mayor ingresada

    Ahora, la mayoría de los contagiados son jóvenes, pero también se están dando casos tanto en residencias como entre personas mayores vacunadas. Los rastreadores militares, como ellos mismo insisten, no son médicos, pero tienen la certeza de que esta pandemia no ha terminado y que en estos momentos la incidencia está muy alta. Además, como ya advirtieran desde los centros de salud, están viendo que los jóvenes, al estar de vacaciones, tienen un abanico de contactos muy amplio. Un inocente encuentro en una casa rural de varios jóvenes puede acabar con todos contagiados y la abuela de uno de ellos ingresada en el hospital.

    Esta cadena, que incluye al Ejército en el operativo sanitario, la coordina el Mando de Operaciones dentro del Estado Mayor de la Defensa.

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