• Neurología se lleva la primera beca MIR “Dr Cepillo”

    El Colegio de Médicos de Albacete acaba de conceder a la interna de Neurología Esther González Villar la beca MIR Dr Cepillo, en memoria del pediatra y compañero recientemente fallecido. Se concederá todos los años al mejor número MIR que opte por quedarse en Albacete.

    beca MIR Dr Cepillo
    La beca se entregó durante la tradicional cena de hermandad del Colegio, que contó con la madre del pediatra.

    ¿Por qué beca MIR Dr Cepillo?

    El hecho de que un médico, futuro especialista, reciba una beca con el nombre de Antonio Cepillo Boluda cobra especial relevancia porque este joven abanderó con su ejemplo la humanización de la atención sanitaria a la que deben aspirar los futuros médicos.

    Hay que tener en cuenta, además, que el doctor Cepillo era el vocal de Formación y Docencia del Colegio de Médicos de Albacete. Su proximidad a la actividad colegial, unida al carisma, humildad y trayectoria ejemplar del pediatra, han dado pie a sus compañeros a buscar esta fórmula para que su nombre perdure en la memoria de futuros galenos.

    beca MIR Dr Cepillo
    El presidente del Colegio, Miguel Fernando Gómez, la doctora González, la madre del doctor Cepillo y el doctor Segura, jefe del Servicio de Neurología.

    «No seáis ese médico al que nadie quiere volver a ver»

    Precisamente, fue el doctor Cepillo, también conocido como Capitán Optimista, quien llenó el salón de actos de la Facultad de Medicina de Albacete para dejar en la memoria de cientos de estudiantes lecciones como: «No seáis ese médico al que nadie quiere volver a ver» o «La persona que tenemos enfrente no tiene la culpa de nuestros problemas».

    Pediatra, cooperante y miembro de Los Guachis del Hospital de Albacete, el cáncer vencía a este joven médico el 2 de abril.

    Unidad entre los colegios sanitarios en la tradicional cena.

    «Mi primera opción MIR era Neurología en Albacete»

    MIR Neurología

    Esther González Villar ha encontrado la combinación perfecta entre esfuerzo y suerte. Era la número 174 en la elección de plaza para médico interno residente (MIR), pero quería un puesto que el año pasado se lo llevó el número 25. Hoy respira tranquila porque lo ha conseguido. Su primera opción «era Neurología en Albacete».

    Ha sido la primera en apostar por un hospital de Castilla-La Mancha. Su plan B, si le arrebataban Albacete, estaba en La Arrixaca, en Murcia, y hasta tenía un C, el Hospital La Fe de Valencia. Si no conseguía Neurología, Esther González Villar había pensado incluso en otra especialidad que también le gustaba, Medicina Interna.

    Nada fácil

    Y es que después de seis años de carrera, a la que se accede con una nota de vértigo, Medicina puede truncar vocaciones en las cinco horas que dura el examen MIR. Primero, el facultativo se arriesga a quedarse sin plaza y, segundo, se puede encontrar con un número que le cierre las puertas a la especialidad soñada.

    La doctora González Villar llegaba al Ministerio de Sanidad, a elegir especialidad, con el número 174, un logro, pero los 173 anteriores podían haber agotado sus planes A, B y C. Acudía con sus padres a un paso en la carrera de una médico tan importante como la entrada en la facultad.

    La única plaza de R1

    Desde el 27 de mayo, esta médico tobarreña, egresada de la Facultad de Medicina de Albacete, es plantilla del Sescam. Ocupa la única y disputada plaza con la que cuenta el Servicio de Neurología del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete.

    Tendrá que esperar cuatro años, hasta los 29, para ser neuróloga, pero todo el esfuerzo habrá merecido la pena. Así, si en la elección MIR pesa la suerte, el esfuerzo también es definitivo en cada paso de un médico. Esther González Villar entró en la Facultad de Medicina de Albacete, una de las más exigentes, con más de 13 de nota media. Ha conseguido la especialidad siendo la 174 mejor entre más de 15.500 aspirantes, pero dentro de cuatro años habrá alcanzado la meta.

    ¿Por qué Neurología?

    Ha elegido Neurología en Albacete porque es un servicio puntero con adjuntos jóvenes que se implican con los residentes. En sexto curso pidió rotar en Neurología porque le interesó la asignatura y acabó haciendo el trabajo fin de grado con el doctor David Sopelana.

    Hija de maestros, esta tobarreña sólo se alejará 50 kilómetros de la cuna del tambor. Su hermana, María Jesús, también estudia Medicina en la facultad albaceteña.

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