Durante el curso que ahora termina, las investigadoras de la Facultad de Ciencias Ambientales y Bioquímica Susana Seseña Prieto, Llanos Palop Herreros y Patricia Ruíz Pérez, con el apoyo del técnico Jose María González Cogolludo, han trabajado con los alumnos de los IES toledanos Universidad Laboral, Carlos III y San Patricio en la recogida y análisis de muestras de suelo con el propósito de descubrir bacterias nuevas que permitan producir nuevos medicamentos. Según ha explicado la profesora Seseña, “es como si se hubiera agotado el funcionamiento de los antibióticos. Las bacterias adquieren resistencia, necesitamos buscar nuevos productores”.
Las bacterias adquieren resistencia, necesitamos buscar nuevos productores”
En este sentido, han animado a los estudiantes a participar en esta búsqueda, saliendo “al jardín, a la ribera del río, al campo en el pueblo” para coger muestras, geolocalizarlas, sembrarlas en una placa manteniendo unas condiciones de temperatura y, posteriormente, “intentar purificarlas y volver a sembrarlas para saber si todas las bacterias son idénticas”.
El proceso continúa con la elección de una placa diferente para cada bacteria, que debe incubar a una temperatura que ronde los 25 grados
“Cuando tenemos bacteria puras las sembramos en una placa y sembramos una enemiga. Si la bacteria inhibe el crecimiento de la otra no crecerá, lo que llamamos el halo de inhibición”, señala la profesora. De este modo, se podrá iniciar el estudio para saber qué bacteria puede ayudar a eliminar a la otra. “Las bacterias son capaces de intercambiar información. Millones de ellas entran en contacto con el antibiótico y generan mecanismos complejos para destruir el complejo que las quiere matar. Eso se lo cuentan al resto de bacterias y se extiende la resistencia al antibiótico”, explica.
Millones de ellas entran en contacto con el antibiótico y generan mecanismos complejos
Small Wall Initiative (SWI) es un proyecto de ciencia ciudadana para descubrir nuevos antibióticos y fomentar la cultura científica, importado de la Universidad de Yale. La novedad de la adaptación de la iniciativa en España es que involucra a estudiantes de diferentes niveles educativos, puesto que los de secundaria y bachillerato están tutorizados en su labor por los de grado y máster.
Tras el éxito de la experiencia toledana, las investigadoras responsables de la implantación de este programa pionero en Castilla-La Mancha tienen previsto ampliar la participación a otros IES en los próximos cursos académicos.