• Las caídas disparan las urgencias y cirugías

    La consecuencia más grave de las caídas en Castilla-La Mancha ha tenido lugar en Toledo, donde un hombre, personal sanitario de Atención Primaria, está grave en la UCI del Hospital Virgen de la Salud. Y es que con la nieve primero y el hielo después Filomena está disparando la presión asistencial como consecuencias de las caídas.

    Un hombre, grave en la UCI por una caída

    caídas castilla-la mancha

    En Albacete, una decena de caídas ha requerido cirugía

    Toledo ha afrontado 35 fracturas quirúrgicas en un día

    Guadalajara ha atendido 70 fracturas en una jornada

    Las ciudades más castigadas por las nevadas y heladas posteriores, Toledo, Guadalajara y Albacete, tienen que sumar a la creciente presión asistencial por el coronavirus las urgencias por caídas, que tampoco dejan de aumentar en Castilla-La Mancha, tal y como han confirmado los responsables de prensa de las diferentes gerencias.

    Si el Servicio de Traumatología del Complejo Hospitalario de Toledo atiende una media de 90 urgencias al día, este lunes atendió a 152 pacientes, de los que 35 requerirán quirófano. En Guadalajara, junto a Toledo, la provincia más castigada por el hielo, se atendieron setenta fracturas, la mitad distales de radio por caídas, y, en menor, medida, fracturas de tobillo y cadera. En Albacete, donde el alcalde pidió el domingo que, en la medida de lo posible, la población permaneciera en sus casas durante 72 horas, una decena de pacientes ya ha precisado cirugía por caídas en la nieve.

    Los servicios municipales han abierto caminos en las ciudades, así como han repartido sal por las aceras, pero una nevada histórica, acompañada de una helada similar, convierten quedarse en casa en el mejor consejo. De hecho, los niños de Guadalajara y Toledo, quitando la Alcarria y Talavera de la Reina, no podrán regresar a las aulas hasta el próximo lunes. Sí recuperarán la ‘normalidad’ este miércoles los centros de Albacete, Ciudad Real y Cuenca.

    Hay que tener en cuenta que, con temperaturas mínimas que exceden de los once grados bajo cero, es previsible que los efectos de Filomena permanezcan al menos 72 horas más, dado que el bajón de temperaturas no le ha dado a la nieve la posibilidad de derretirse sino que se ha transformado en peligrosas placas de hielo.

    Nuevo sobreesfuerzo del personal sanitario

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