
Castilla-La Mancha no puede bajar la guardia, porque de lo que haga ahora dependerá que los casos de coronavirus se vayan, o no, de las manos. Así lo ha asegurado en el transcurso de una rueda de prensa el director general de Salud Pública, Juan Camacho, quien ha insistido en que «aún tenemos capacidad de diagnóstico». Así, si bien «la tendencia actual dista mucho de la de marzo», Camacho ha reconocido que hay «muchas dificultades» para que algunas personas mantengan el aislamiento.

Sanidad incorpora a nuevos profesionales a la vigilancia epidemiológica
Reconoce «muchas dificultades» para que algunas personas respeten la cuarentena
Castilla-La Mancha coordina una estrategia con Madrid y Castilla y León
En este contexto, el director general de Salud Pública ha anunciado que la próxima semana se incorporarán 24 nuevos rastreadores, efectivos que se suman a las 427 enfermeras iniciales y las 132 últimas incorporaciones. Además, la región ha iniciado conversaciones con las Fuerzas Armadas.
Así, Castilla-La Mancha contará en breve con un total de 583 rastreadores. Cambian de nombre porque este personal no será únicamente de enfermería. Se incorporan trabajadores sociales y es posible que también lo haga personal de las Fuerzas Armadas. Por tanto, los Equipos de Enfermería de Vigilancia Epidemiológica pasarán a llamarse Efectivos de Vigilancia.
Además del refuerzo de los rastreadores, Castilla-La Mancha ya está coordinando con Madrid y Castilla y León una actuación coordinada para contener el coronavirus. En este sentido, Camacho ha recordado que «cuando Madrid tose el resto nos constipamos».
Camacho ha pedido a la población que sea respetuosa con las cuarentenas, ya que si una persona no guarda el aislamiento no sólo pone en peligro a los suyo, está poniendo en riesgo a toda la población.