• Cáncer en 23 mujeres de una misma familia

    Han plantado cara a la espada de Damocles durante varias generaciones. A la familia de Llanos Sánchez no le valía el consejo genético y, sin embargo, el cáncer de mama no había perdonado ni a su madre, ni a su tía ni a sus hermanas y primas. Veintitrés mujeres de una misma familia habían pasado por el mismo calvario.

    Llanos Sánchez, con su hija.

    El consejo genético te permite saber si tu cáncer es heredado y, los más importante, si es el legado que puedes dejar a tus descendientes. Su impulsor en Albacete fue el oncólogo José María García Bueno. Con análisis de sangre y saliva se consigue que toda una familia duerma tranquila o que esté alerta para atacar al cáncer desde el primer indicio.

    El problema radica en que el consejo genético se puede aplicar a cualquier tipo de cáncer siempre que sea conocido, lo que no ocurría con el tumor de mama que se ha cebado con las mujeres de la familia de Llanos Sánchez. En su casa cada vez luchan con más armas. De hecho, ella está recuperada y no es, ni mucho menos, la única de las 23, pero el miedo al diagnóstico y al tratamiento siguen ahí. Tanto es así que la hija de Llanos se extirpó las mamas hace un año porque así se lo recomendaron los especialistas. Los antecedentes familiares le daban todos los puntos.

    Llanos es hoy la presidenta de la asociación de mujeres afectadas de cáncer Amac. Ha vivido esta enfermedad a través de varias generaciones y ve el futuro cada día con más optimismo, pero también es la prueba de que el cáncer no perdona, hay que luchar a diario. Veintitrés casos en las mujeres de una misma familia demuestran tanto la carga genética como la necesidad imperiosa de seguir investigando.

    No es necesario esperar al Día Mundial del Cáncer, el próximo 4 de febrero, para recordar que hay que trabajar todo el año en la prevención y control de esta enfermedad, que pasa por el diagnóstico precoz, pero también por la investigación.