• El cáncer, la pandemia que apela a la investigación

    Este jueves, 4 de febrero, se conmemora el Día Mundial del Cáncer. Una efeméride que llega, por primera vez, en plena pandemia del Coronavirus pero que sirve para recordar que no todo es COVID. Asociaciones y profesionales siguen apelando a la importancia de invertir en investigación frente al cáncer. Y se pide que no cese la mejor atención a estos pacientes, ni escaseen los recursos para su detección precoz. Todo ello a pesar de la crisis sanitaria mundial desatada por el coronavirus.

    En Castilla-La Mancha, y según datos del Instituto Nacional de Estadística (INE), el cáncer está entre las patologías que más muertes provoca -o provocaba hasta estos 2020-2021 marcados por el COVID. No todos los tipos de cáncer tienen la misma tasa de mortalidad ni la misma incidencia, pero se insiste en la necesidad de investigar sobre todos ellos.

    Así, por ejemplo, el Sindicato de Técnicos de Enfermería (SAE) se suma este año al Día Mundial contra el Cáncer; y al Día Internacional del Cáncer Infantil, que tendrá lugar el próximo día 15, con una reivindicación clara en ambos casos: mayor inversión en investigación y prevención.

    Destacan que el cáncer se puede prevenir y controlar implementando estrategias basadas en la evidencia científica que permitan una detección temprana y la puesta en marcha de tratamientos y cuidados adecuados lo antes posible.

    El freno del COVID

    Sin embargo, el COVID-19 ha frenado el avance en la lucha contra el cáncer, provocando retrasos en los diagnósticos y tratamientos y ello puede conducir a picos de mortalidad por cánceres potencialmente curables.

    Por ello, desde la Organización Mundial de la Salud, bajo el lema “Yo soy y voy a”, hacen un llamamiento a todos los agentes implicados en la lucha contra el cáncer para, ahora más que nunca, fortalecer las acciones encaminadas a reducir el impacto de esta patología, cuya incidencia en España para 2021, según el informe Estimaciones de la incidencia del cáncer en España 2021, de la Red Española de Registros de Cáncer (REDECAN), se estima en 276.239 nuevos casos.

    Y ello sin tener en cuenta las alteraciones que el sistema sanitario está sufriendo en las posibilidades diagnósticas por la pandemia. En esta cifra se engloban los casos de cáncer infantil, que se sitúan en torno a los 1.000 anuales en las edades comprendidas de 0 a 18 años.

    Las farmacias, clave

    El Consejo General de Colegios Oficiales de Farmacéuticos, por su parte, ha destacado la importancia del papel de los farmacéuticos con los enfermos de cáncer. Desde la investigación de nuevos tratamientos, la producción y distribución, la realización de análisis clínicos, la validación, preparación y seguimiento de la quimioterapia en los servicios de Farmacia Hospitalaria, así como la prevención, realización de cribados y seguimiento de los pacientes desde la Farmacia Comunitaria.

    El presidente del Consejo General de Colegios Farmacéuticos ha recordado que “donde hay un medicamento siempre hay un farmacéutico para garantizar la calidad, seguridad y eficacia de los mismos”. “Por eso, en este Día Mundial del Cáncer, los farmacéuticos damos visibilidad a nuestro trabajo en todas las áreas de ejercicio profesional en las que contribuimos a prevenirlo y a tratarlo, acompañando en todo el proceso al paciente oncológico”.

    El apoyo de los fisioterapeutas

    El Colegio Profesional de Fisioterapeutas de Castilla – La Mancha (COFICAM) también se suma al compromiso con las Asociación Española Contra el Cáncer (AECC) para responder y hacer frente a las necesidades de los pacientes, paliando el impacto de la pandemia en sus vidas.

    Advierten que la crisis provocada por el COVID ha agravado la fragilidad social y sanitaria de las personas con cáncer y sus familias como colectivo doblemente vulnerable, por el cáncer y por el virus.

    En este sentido, por un lado sufren el impacto sanitario: retraso en las pruebas diagnósticas, tratamientos demorados o la incertidumbre y necesidad de información que ayude a reducir el miedo al contagio.

    Impacto emocional y social

    Por otro lado, el impacto emocional y social: soledad no deseada, ansiedad por retrasos en tratamientos, miedo al contagio, sufrimiento ante las dificultades para acompañar y ser acompañados en el proceso de final de la vida y por el agravamiento de las dificultades económicas y laborales.

    La Fisioterapia aplicada a los pacientes con cáncer es una herramienta imprescindible para intentar disminuir los efectos secundarios de esta enfermedad, destacan.

    Hemeroteca

    Dudas sobre coronavirus y cáncer

    ¿Qué supone un diagnóstico de cáncer en pandemia?

    Comentar

    Su dirección de correo electrónico no será publicada.Los campos necesarios están marcados *

    *