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Cuando el deporte ‘te da la vida’, se saca tiempo, prueba de ello es el caso de la futura rehabilitadora Carmen Risueño Sánchez, una médica que se mueve entre los hospitales de Toledo y su Albacete, donde se ha convertido en la nueva estrella del Circuito de Carreras Populares. Ya se ha subido al podio en Elche de la Sierra, Molinicos, Balazote e Higueruela.
La Dra Risueño se ha convertido en ‘la revelación’ de las carreras populares
A sus 28 años, la Dra Risueño compagina dos pasiones que compiten en esfuerzo, el deporte y la Medicina. De hecho, es residente en el Hospital Universitario de Toledo y en el de Parapléjicos, pero las guardias, el día a día frenético y el estudio diario no impiden que esta joven se escape al menos dos veces al mes a Albacete para correr y practicar el senderismo.
Se ha convertido en la deportista revelación de las Carreras Populares, donde ha resultado ganadora en pruebas tan exigentes como la de Molinicos. Y es que se ha subido al podio en cuatro de las nueve carreras celebradas.
Para lograr estos éxitos deportivos, Carmen Risueño reconoce que no tiene más secreto que la disciplina y la afición. Practica deporte desde que tiene uso de razón, desde el fútbol, al que empezó a jugar cuando las niñas se contaban con los dedos de una mano en este deporte, hasta el judo, la natación o la bicicleta. En estos momentos, mientras supera alguna que otra lesión llevadera, trabaja la fuerza en el gimnasio.
La mejor medicina
De hecho, aconseja el deporte como válvula de escape. Lo considera la mejor medicina frente al estrés y la ansiedad, aunque tiene claro que, en su caso, a veces, abusa. Ni bebe ni fuma, por lo que si se extralimita con algo es con el deporte, llegando a recorrer hasta 30 kilómetros corriendo en sus entrenamientos.
Ahora incluso se atreve con la escalada, el boxeo y las barras. Y es que insiste en que «hay que cuidarse», trabajando tanto el corazón como la fuerza, de ahí que no valga únicamente con bicicleta, remo, piscina o correr, que sería ‘el cardio’, también hay que atreverse con las pesas, las gomas y las mancuernas.
El caso es que esta médico residente, en breve rehabilitadora, forma parte de ese grupo de profesionales que predican con el ejemplo. Formada en Albacete, donde cursó sus estudios hasta alcanzar el Grado de Medicina, decidió hacer la residencia en Toledo porque le abría las puertas del Hospital Nacional de Parapléjicos, referente en Rehabilitación, la especialidad en la que quería formarse.
