• Las manos de la Enfermería son infinitas

    Carta de una enfermera jubilada

    Me dirijo a las enfermeras y auxiliares de clínica de los hospitales de Albacete, General y Perpetuo Socorro. Y lo hago desde dos posiciones que me permiten ser una privilegiada, desde la perspectiva de una ciudadana y desde la óptica de una profesional de la Enfermería con 42 años de ejercicio; también desde el privilegio de quien siente que está en su casa.

    Adelante, esta tarea nuestra no la trajo la pandemia, es tan antigua como la humanidad

    Os recuerdo a diario y os aliento desde aquí a seguir como hasta ahora, siempre fuimos héroes, siempre fuimos de blanco, pero ha tenido que venir un virus ¡quién no lo iba a decir! que nos pusiera en el corazón de la sociedad, ojalá no hubiese llegado nunca.

    Siempre fuimos profesionales diferentes, conocíamos los cuerpos, lo más íntimo que tenemos los seres humanos, las miserias que traía la enfermedad, siempre nos movimos con respeto, con seriedad, con dignidad en esa línea invisible que separa la vida de la muerte, siempre
    tratamos con compasión la pena que arrastra el sufrimiento, siempre, siempre con profesionalidad incuestionable. Por lo tanto, mi familia y yo, cuando a las 8 de la tarde salimos a las palmas, siento un gran regocijo, siento el temor que pasáis, siento vuestro estado emocional, aseguro a mis familiares, a mis amigos y conocidos que debajo de tanto aislamiento hay unas profesionales que son capaces de trasmitir paz, aliento y sosiego en las
    horas difíciles por donde está pasando la humanidad.

    Adelante, esta tarea nuestra no la trajo la pandemia, es tan antigua como la humanidad y estamos presentes en todo el ciclo vital de las personas, desde el nacimiento hasta la muerte.

    Os abrazo fuerte hasta arrugar los Epis y echarnos unas risas, forma parte del guion.

    Aquí estoy para lo que necesites.

    Lola Muñoz (enfermera jubilada del H.G.A.)

    Un comentario

    1. Cristina Alcahúd

      Gracias Lola, así es. Sabemos que dentro de cada EPI hay una profesional que conjuga ciencia, empatía y compasión para no dejar solo a nadie. Yo también lo creo y lo defiendo a diario. Gracias ir habernos enseñado tanto.

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