
Desde clínicas dentales y de podología hasta farmacias y botiquines, la Consejería de Sanidad cuenta con 38 inspectores sanitarios dedicados a la vigilancia y control de los 8.098 centros, servicios y establecimientos autorizados en Castilla-La Mancha en su labor de protección de la salud de los ciudadanos.

Durante el año 2024, en Castilla-La Mancha se realizaron un total de 2.821 inspecciones, de las cuales 985 fueron para la ejecución de los distintos programas del Plan anual de Inspección. En concreto, 535 correspondieron a los programas de inspección farmacéutica, 408 a los de inspección de centros, servicios y establecimientos sanitarios; y 42 a los programas provinciales de inspección, hasta su finalización el 31 de diciembre de 2024.
Elaborado de manera coordinada entre los Servicios de Inspección de la Dirección General de Planificación, Ordenación e Inspección Sanitaria y Farmacia y las Delegaciones Provinciales de Sanidad, el Plan de Inspección de 2025 establece como prioridades la vigilancia de la seguridad, el funcionamiento y competencia de los centros, servicios y establecimientos sanitarios
También se centra el Plan de Inspección en la prevención del fraude en la prestación de medicamentos y productos sanitarios facturables, en coordinación con el Sescam; la supervisión y control de la instalación y uso de desfibriladores externos automatizados fuera del ámbito sanitario y la gestión de los problemas de suministro de medicamentos.
De hecho, los inspectores trabajan de manera coordinada con la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS), así como actuaciones encaminadas a fomentar el uso prudente de antibióticos en base al Plan Regional frente a la resistencia a antibióticos de Castilla-La Mancha.
Farmacias y botiquines
Además, se verifica el funcionamiento de oficinas de farmacia y botiquines, se controlar dispensación y distribución de medicamentos susceptibles de desviarse a usos no terapéuticos y se intensifica la inspección sobre dispensación y buenas prácticas de distribución de medicamentos de uso humano y veterinarios, así como el control de mercado de medicamentos y productos sanitarios.
En cuanto a centros, servicios y establecimientos sanitarios, el Plan de Inspección contiene actuaciones para el seguimiento continuado de los que presenten mayor riesgo desde el punto de vista de la protección de la salud y derechos de los pacientes, la detección de aquellos que realizan actividades sanitarias sin disponer de autorización, así como el control de la publicidad sanitaria, los procesos de esterilización y la documentación clínica.
Cabe destacar que los equipos de inspectores trabajan y definen de manera conjunta las herramientas -programas y procedimientos normalizados de trabajo- que posibilitan una adecuada coordinación para garantizan la uniformidad de actuación, con independencia de la provincia donde se encuentre el centro a inspeccionar.