• Albacete, reino de la polifacética cebolla

    ¿Funciona la cebolla frente a la tos? ¿Por qué nos hace llorar? ¿Cuáles son sus propiedades?

    El Autor

    Dr. Alejandro Santiago González

    Conservador del Jardín Botánico de Castilla-La Mancha

    www.jardinbotanico-clm.com 

    Decía Miguel Hernández: “La cebolla es escarcha cerrada y pobre”. Pues pocas cosas hay tan humildes como una cebolla. Pocas cosas tan comunes, tan habituales de nuestras casas y fogones. Y si me lo permiten, pocos cultivos más albaceteños (con permiso de las vides, los ajos de Balazote y las patatas del Salobral), pues presenta en Albacete la mayor superficie en hectáreas cultivadas del país.

    El Allium cepa o cebolla debe su nombre al bulbo que no es más que una estructura de resistencia creada a nivel radicular por la planta, que debido a su forma recibió de los romanos el nombre de cepulla o pequeña cepa, para diferenciarlo de su familiar cercano el ajo. Esto es así puesto que el ajo era bien conocido en el Mediterráneo y no así las cebollas que proceden de Asia central, siendo introducidas estas por egipcios antes que por griegos y romanos.

    Planta medicinal del 3200 antes de Cristo

    Curiosamente esta especie, que es una de las hortalizas de consumo más antiguas y cuyas referencias se remontan hacia 3200 años antes de Cristo, en sus orígenes fue utilizada más como planta medicinal que por sus propiedades culinarias. Esto es fácil de demostrar si nos ponemos a pensar en su sabor en crudo, o en los grandes lagrimones que se nos saltan y no precisamente de placer, cuando trabajamos este producto.

    Este es un claro ejemplo de cómo desde la antigüedad se modificaron los platos y la alimentación para conseguir una suerte de medicina ligada a las artes culinarias. Desde Dioscórides a Laguna se le atribuyeron a la cebolla enormes beneficios para la salud encontrando remedios que han servido para tratar el asma, la diabetes, la hidropesía, la hipertensión, la jaqueca, el reumatismo, la tuberculosis, las fiebres tifoides… Llegando a presentar Edouard de Pomiane (científico culinario francés, famoso en los años treinta del pasado siglo) 36 formas distintas de preparar una sopa de cebolla curativa.

    Potente antiséptico

    Si bien Pasteur demostró que es un potente antiséptico además de ser ligeramente radiactiva, su utilización en la medicina popular ha sido una de las más habituales. Aunque no suelo hacer esto, en este caso puedo dar fe de su eficacia y por lo inocuo del método os lo contaré.

    Hace ya 8 años que fui padre por primera vez y ahora tengo dos preciosas criaturas que como todos los bebés pasaron por épocas de resfriados y toses. Tanto mi mujer como yo, preocupados como buenos padres primerizos, encontrábamos cualquier síntoma de resfriado como una señal de noches sin dormir debido a los llantos por la congestión nasal de las pequeñas. Una vez escuché que no hay nada más contagioso que los mocos de guardería, y yo añadiría que también nada más persistente entre los pequeños males infantiles, no en vano se les llama mocosos.

    ¿Funciona para las toses de los niños?

    Volviendo a nuestra historia, tras varios días de mocos de bebé, con los llantos, la falta de sueño, y la mínima farmacopea disponible para niños tan pequeños y ante la alternativa de unos angustiosos lavados nasales, la opción de la cebolla no me pareció tan descabellada.

    La solución propuesta por la sabiduría popular, era la de cortar una cebolla y ponerla en la mesilla al lado de la cama de la niña y esta haría su efecto mágico desatascando la naricilla infantil. Pues dicho y hecho, al tercer día de no dormir e intentando no perder un dedo cortando la dichosa cebolla a las 3 de la mañana, con los ojos pegados de legañas y las lágrimas típicas del manejo de la susodicha, con nula o poca esperanza, seguí los pasos descritos…

    Y ante mi sorpresa…funcionó.

    ¿Por qué nos hace llorar?

    Mi mente científica se niega a creer en las cosas porque sí, así que investigando cuál podría ser la causa de esta magnífica reacción me adentré en la literatura especializada donde puede encontrar una explicación. Dicha explicación se basa en que la cebolla posee unos compuestos ricos en azufre que se volatilizan al cortarla. Precisamente estos, que son los que hacen que lloremos, son los que consiguen consolar a los pequeños desatascándole la nariz. Por lo tanto y sin querer llevarle la contraria a Don Miguel Hernández, la pobre cebolla qué consiguió que tanto la criatura como sus padres pudiéramos dormir, demostró que valía su peso en oro.

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    2 comentarios

    1. Dicen que las comparaciones son odiosas.
      Por lógica, ya que mi hija tiene 15 años, como bien dices que cuando son pequeños se resfrían no pueden respirar, y yo también acudí al remedio casero de la cebolla cortada, es cierto que funcionó.
      Gracias por la tarea que haces de divulgar.
      Un abrazo

    2. Alejandro Santiago

      Igualmente

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