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Castilla-La Mancha se enfrenta a lo largo de las próximas semanas, en sus cinco provincias, a niveles de riesgo entre moderados y altos por alergia al polen, ya que el ciprés y las arizónicas se encuentran en pleno proceso de floración. Así lo advierte la Red Española de Aerobiología, que sitúa a Toledo, Cuenca, Albacete, Guadalajara, Ciudad Real y Talavera de la Reina en nivel moderado, con tendencia al alza, por el polen de ciprés.
Días soleados, de temperaturas moderadas, los peores
Toledo, Cuenca, Albacete, Guadalajara, Ciudad Real y Talavera de la Reina se enfrentan a niveles muy altos de polen del ciprés (cupresáceas).
En este contexto, los alérgicos al polen deben tener en cuenta que los niveles de cupresáceas pueden ser especialmente elevados durante las horas centrales del día, sobre todo en jornadas soleadas con temperaturas moderadas, como los que se esperan.
Las cupresáceas y arizónicas son árboles y arbustos siempre verdes, presentes en jardines y cementerios, cuya talla oscila entre los pocos metros de los enebros y los hasta 40 metros de los cipreses. En este grupo se incluyen todas las plantas que pertenecen a la familia de los cipreses, tuyas, sabinas y enebros.
Se encuentran de manera natural en el campo, formando parte de la vegetación forestal de Castilla-La Mancha, pero también son especies comunes en parques y jardines de las zonas urbanas. Las sabinas se localizan en las provincias de Cuenca y Albacete y los enebros en toda la Castilla-La Mancha. Respecto a las especies de la flora urbana, abundan en la ciudad de Toledo.
La peor época, de febrero a marzo
El polen de estas especies está presente en el aire desde el mes de octubre hasta el mes de abril, aunque las máximas cantidades se detectan durante los meses de febrero y de marzo, como está ocurriendo este año.
El polen de estas plantas provoca alergias que se manifiestan ya en invierno, pero teniendo los picos más altos llegan entre febrero y marzo. En esta época, con alta incidencia de COVID, hay que tener en cuenta que estas alergias se pueden confundir con catarros. De hecho, tal y como recuerda la Red de Aerobiología, el aumento en los últimos años del uso de este tipo de plantas como especies ornamentales en los ajardinamientos de los pueblos, ciudades y urbanizaciones, ha provocado el incremento de pólenes y alergias.
