• Ciudadanos abre la caja de Pandora con la Fundación Pública

    Una moción de Ciudadanos en el Ayuntamiento y otra en la Diputación, con los votos en contra del PSOE, la abstención de Ganemos e Izquierda Unida y el apoyo del PP, ponen sobre la mesa de las Cortes de Castilla-La Mancha la creación de una Fundación Pública para el Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, lo que, junto a la creación del Instituto Regional de Investigación, daría un más que necesario impulso a la investigación biomédica, lastrada por la burocracia de la que médicos e investigadores acusan al Sescam. 

    Una Fundación Pública, demandada desde hace más de dos décadas, permitiría acelerar la obtención de ensayos clínicos, beneficiando a los pacientes. La investigación tendría con esta fórmula más flexibilidad, agilidad, eficiencia económica y reducción de burocracia, todo ello imprescindible para alcanzar resultados competitivos y poder optar a proyectos y programas de ámbito nacional e internacional.

    También es fundamental la creación de un Instituto Regional de Investigación. Hoy existen 29 Institutos acreditados por el Carlos III, pero ninguno de ellos se encuentra en Castilla-La Mancha. El Hospital Universitario de Albacete, que acoge el mayor volumen de investigación sanitaria de la región, tampoco cuenta con esa fundación propia para gestionar de manera óptima estos fondos.

    España cuenta con 29 institutos de investigación biomédica, ninguno de ellos está en Castilla-La Mancha

    De los recursos económicos privados que reciben los equipos de investigación para realizar ensayos clínicos, obtenidos gracias a sus propias gestiones, la administración regional se queda con el 50% de los mismos, cuando en la mayoría de las comunidades ese porcentaje es del 20-25%.

    Si el Sescam abriese la mano a las fundaciones públicas en sus hospitales, según los médicos e investigadores consultados, Castilla-La Mancha ganaría en agilidad administrativa, lo que atraería a más ensayos clínicos, motivaría a los científicos y repercutiría en múltiples ventajas para los pacientes.

    El geriatra e investigador Pedro Abizanda recordaba recientemente a Diario Sanitario que: “Hace veinte años que la sanidad albaceteña debería tener una fundación pública”. Y es que este sencillo paso, cuestión de papeleo, abriría las puertas a la investigación, a los ensayos clínicos y a contratos que ascenderían a la sanidad albaceteña de la tercera a la primera división, que es donde debería estar por la preparación de sus profesionales.

    Ahora la pelota está en el tejado de las Cortes de Castilla-La Mancha, que serán las que tengan la última palabra. Si Podemos mantuviese su abstención, el cambio tendría una oportunidad.