• “Clase sin humo” llega a las aulas para prevenir el tabaquismo

    Médicos y Enfermeras de Familia y residentes de estas especialidades de Albacete han comenzado a impartir las charlas del proyecto “Clase sin Humo”, un programa que pretende prevenir el consumo de tabaco entre adolescentes. Se trata de una iniciativa de la Sociedad Castellano-Manchega de Medicina de Familia y Comunitaria que cuenta con el impulso del Gobierno regional y en el que van a participar 1.659 alumnos de primero de la ESO de Castilla-La Mancha.

    Esta semana se han realizado las primeras charlas con alumnos de 1º de la ESO en el IES Bernardino del Campo y en el Colegio Nuestra Señora del Rosario Dominicas, que continuarán durante todo el trimestre en el resto de centros que han soliciado adherirse a la iniciativa.

    El proyecto forma a los jóvenes en el hábito de no fumar y que sepan decir no al tabaco. Como explica el Coordinador de equipos de Atención Primaria en la GAI de Albacete, Alejandro Villena, “la influencia de los amigos es determinante en el inicio de los alumnos en el consumo de tabaco”. Precisamente esta edad es crítica, de hecho, en Castilla-La Mancha, cerca del 30 por ciento de adolescentes es fumador con 15 años. Un mal hábito que constituye la primera causa de muerte y que es totalmente prevenible. “Las alumnas y los alumnos son los que deciden”, apunta Villena.

    “Clase sin Humo” es un proyecto basado en el compromiso colectivo de toda la clase de mantenerse sin fumar durante el curso escolar y en la responsabilidad y confianza mutua de alumnos y profesores. Así se consigue reforzar el carácter voluntario de la decisión de no fumar y lo hace a través de un concurso que tiene una recompensa como estímulo. Hasta 22 institutos de la región se han adherido al programa que ya está llegando a las aulas.

    En Castilla-La Mancha, cerca del 30 por ciento de adolescentes es fumador con 15 años

    La médico residente María del Campo cuenta la experiencia en un centro educativo de Albacete, “se les muestra que para divertirse no necesitan fumar, qué pueden hacer con el dinero gastado en tabaco y los factores externos que presionan para que los jóvenes empiecen a fumar, destacando la influencia negativa de determinadas películas o series de televisión”.

    Recuerda la doctora que la educación a los adolescentes es fundamental para cuidar su salud, para evitar patologías crónicas y ganar calidad de vida, y anima a los residentes de Medicina y Enfermería Familiar y Comunitaria a participar en este tipo de programas de educación para la salud, para adquirir habilidades en esta competencia que forma parte de su especialidad.

    Las primeras sesiones han permitido comprobar que el tema del tabaco llama la atención de los alumnos, quienes se sorprenden al conocer datos que desconocían, como que cada cigarro contiene 4.000 sustancias tóxicas o que fumar en cachimba es igual de peligroso. Tras la sesión reafirmar su compromiso de no fumar hasta el 31 de mayo. Cada clase participante elaborará un eslogan que irá acompañado de una representación gráfica sobre prevención de tabaquismo como requisito indispensable para participar en el concurso.