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La Fundación Ceres ha iniciado una cruzada para recordar que el ictus, el suceso trombótico capaz de convertir a una persona sana en una dependiente, tiene a la cocaína entre sus aliados. Y es que esta droga multiplica los riesgos de sufrir un infarto cerebral, cebándose con los jóvenes, que tampoco son inmunes a sus efectos.
Bajo el lema #Cada6Minutos, Ceres está organizando jornadas y talleres, de inscripción gratuita, para incidir en la importancia de prevenir el ictus.
Cada año, 120.000 personas sufren un ictus en nuestro país, 3.100 en Castilla-La Mancha, pero el 90% de los casos se podrían evitar con medidas preventivas como seguir un estilo de vida activo, evitar todo tipo de drogas y seguir una alimentación sana. De hecho, “cada kilo de más aumenta el riesgo de sufrir un ictus”, según un estudio del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete encabezado por el neurólogo Óscar Ayo.
Aunque la mejor opción es prevenir el ictus, llegado el desenlace es importante saber los síntomas, ya que cada minuto que pase juega en contra del paciente. Pérdida de fuerza o visión, dificultades para expresarse, aparición brusca de dolor de cabeza o inestabilidad, entre otras, son signos de alarma. En estos casos, se debe llamar al 112.
Cabe señalar que la Fundación Ceres, impulsora de esta campaña para no olvidarla relación entre ictus y cocaína, está en la Plataforma Española por el Daño Cerebral Adquirido, que trabaja por la mejora de las condiciones de vida de los pacientes y de sus familiares.
