
Se podría decir que el olfato ha sido el sentido más olvidado hasta la llegada del COVID-19. Tras la llegada de este, dicho sentido toma mayor participación, debido a ser uno de los síntomas y principales secuelas del COVID-19. Recuperándose en algunos casos de forma espontánea tras varias semanas o en otros casos persistiendo durante varios meses.
Doce semanas y cuatro olores diferentes
Para ello habría que realizar una valoración del umbral olfativo, además de un test de identificación de olores, que permita valorar y cuantificar la alteración más objetivamente. La rehabilitación olfatoria nos ayudará a regenerar las células neurosensoriales y recuperar dicho sentido de manera más rápida.
En estos casos, estudios recientes señalan mejorías tras someterse a la estimulación cerebral profunda (ECP), aunque también los hay realizando un entrenamiento olfativo por vía nasal, al alcance de todos y menos invasivo.
Dichos pacientes se someterán dos veces al día durante 12 semanas a cuatro olores diferentes (menta, floral, canela y cítricos), en el que no influye la edad ni estadios de la enfermedad.
Aunque debemos recordar que la hiposmia o pérdida de olfato no solo es de síntoma de dicha enfermedad, sino también de enfermedades neurodegenerativas como párkinson o alzhéimer, en ambas, existe una pérdida precoz de dicho sentido.
Dicho síntoma aparece décadas antes de otros síntomas, es la manifestación no motora más frecuente, siendo éste bilateral y no variando entre los estados “on” – “off”, en el caso de la Enfermedad de Párkinson. Por lo que, podría predecir y facilitar dicho diagnóstico en la que muchas veces pasa desapercibido. La prevalencia de dicha alteración podría ser entre el 70-100% de las personas que padecen la Enfermedad de Párkinson.
Se ha de tener en cuenta las consecuencias, ya que el deterioro en éste, puede producir alteraciones del gusto, lo que conllevaría a tener consecuencias negativas a nivel nutricional e incluso al aislamiento social. Además, de mayor riesgo de sufrir accidentes domésticos como la incapacidad de identificación de algo quemado, gas, comida en mal estado…
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