• Con la sanidad no se juega

    El Autor

    Carmen Picazo

    Portavoz de Ciudadanos en Albacete

    Entiendo la actividad política como una suma de esfuerzos para alcanzar fines comunes. Creo que los partidos deben tener ánimo constructivo. Siempre me ha parecido decepcionante que la oposición confiara su éxito político al “cuanto peor, mejor”. Ciudadanos se ha caracterizado desde sus inicios por procurar la estabilidad y el consenso. Sin embargo, nuestra apuesta por el respeto institucional es compatible con la necesaria crítica cuando ésta procede. El conformismo nunca es un buen camino. Por ello entiendo que, precisamente por responsabilidad y por respeto para con los castellano manchegos, es de justicia denunciar la pésima gestión que el gobierno de García Page está haciendo de la sanidad pública. Más grave, si cabe, cuando el Partido Socialista y sus socios de Podemos se pasan el día dándonos a todos lecciones sobre la defensa de los servicios públicos básicos.

    Según datos de la asociación ‘El defensor del paciente’, Castilla-La Mancha se encuentra por desgracia entre las cinco comunidades autónomas con mayor número de pacientes en las listas de espera y también entre las cinco con mayor tiempo medio de demora para las intervenciones. Son datos que confirman un estrepitoso fracaso en la gestión de Page y que contrastan con su inexplicable autocomplacencia. Ciudadanos ha reiterado que una auditoría externa permitiría analizar las causas del incremento de las listas de espera y buscar soluciones viables para resolver el problema. Desde luego, el triunfalismo de Page no es la solución.

    Cualquier anuncio de Page carece ya de valor alguno

    Durante los tres años que los socialistas llevan en el Palacio de Fuensalida se han sucedido los anuncios a bombo y platillo referidos a reformas y mejoras en la sanidad pública de Castilla-La Mancha, anuncios que repetidamente se han ido incumpliendo. Esto se ha convertido en una constante, hasta el punto de que, a día de hoy, cualquier anuncio de Page carece ya de valor alguno. Sin ir más lejos, recientemente hemos recibido un nuevo anuncio, en este caso sobre la reanudación de las obras del Complejo Hospitalario Universitario de Albacete, obras que acumulan nada menos que una década de retrasos. Pero la iniciativa anunciada no incluye ni tan siquiera una dotación presupuestaria, por lo que nos tememos que se trata -oh, sorpresa-, de un nuevo anuncio vacío de contenido, al más puro estilo Page.

    Entiendo que la gestión política es compleja y que, a veces, un responsable público promete de buena fe cosas que, al cabo de un tiempo, descubre que no puede cumplir. Pero una cosa es eso y otra bien distinta es hacer de los anuncios un estilo de hacer política, sabiendo perfectamente que no se van a cumplir. Prometer repetidamente acciones que no se van a llevar a cabo redunda en un gravísimo descrédito no ya del propio político o de su partido, sino de las instituciones y de la actividad política en general.

    Prometer repetidamente acciones que no se van a llevar a cabo redunda en un gravísimo descrédito

    Durante las últimas décadas hemos visto año tras año, legislatura tras legislatura, cómo PP y PSOE, PSOE y PP, el viejo y agotado bipartidismo, ha utilizado la sanidad pública de Castilla-La Mancha como arma arrojadiza, como excusa para lanzarse los unos a los otros acusaciones, sin plantear ni llevar a cabo medidas realmente útiles para poner nuestra sanidad donde los castellano manchegos se merecen. No se puede tomar el pelo a los ciudadanos, y menos aún cuando se trata del ámbito de la sanidad pública. Con eso no se juega.