El Juzgado de lo Penal Número 2 de Albacete ha condenado a un padre y a su hijo, mayores de edad, a cuatro meses de cárcel cada uno y a una indemnización de 269 euros por atentar contra un médico. Se consideran hechos probados que los acusados llamaron al facultativo, que en esos momentos ejercía en el Centro de Salud de Alcadozo, «gilipollas» e «hijo de puta» y que le propinaron patadas y puñetazos.
Durante el verano de 2010, el facultativo se encontraba en el Centro de Salud de Alcadozo cuando recibió la llamada de una mujer. Muy nerviosa, le pidió que fuera a su domicilio porque su madre había perdido el conocimiento. El médico no conseguía los datos necesarios para localizar la casa de la paciente y optó por colgar el teléfono. De ahí también que los acusados lo tacharan de negligente, hecho que está en manos del Sescam y en el que no entra la sentencia.
Según el escrito del fiscal, al momento, el marido de la mujer que acababa de llamar se presentó en el centro de salud llamando al médico “gilipollas e hijo de puta”.
En estas circunstancias, el facultativo, acompañado de una enfermera, fue hacia la casa donde supuestamente estaba la paciente, pero no llegó a su destino porque el hombre que le había insultado y su hijo, los ahora condenados, empezaron a agredirle.
El fiscal acusaba a padre e hijo de una falta de injurias y de un delito de atentado, por lo que pedía un año de cárcel, una multa y el pago de las costas procesales. Al final, la sentencia pide cuatro meses a cada uno y 269 euros en concepto de indemnización.