• La incertidumbre de los contagiados

    ¿Puede un simple dolor de barriga ser un síntoma? ¿Cuánto tiempo pasa desde que un paciente tiene síntomas hasta que se confirma que es positivo? Toda la incertidumbre que rodea al coronavirus repercute en el control de los contagios. Y es que los propios médicos reconocen la dificultad para distinguir entre gastroenteritis, gripe y COVID-19. Así, ante la más mínima sospecha, se deben extremar medidas como la higiene, la mascarilla y la distancia social.

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    Imagen de archivo de la cola en un centro de salud para hacer las pruebas PCR.

    Una familia cuenta el periplo desde que el niño tuvo un dolor de barriga hasta que se ha convertido en un nuevo caso de coronavirus

    • Domingo 4 de octubre: un adolescente se queja de dolor de barriga.
    • Lunes 5 de octubre: no va a clase, pero mejora.
    • Martes 6 de octubre: regresa al instituto pero tiene un breve pico de fiebre.
    • Miércoles 7 de octubre: su madre llama al pediatra.
    • Jueves 8 de octubre: se le prescribe la prueba PCR.
    • Domingo 11 de octubre: comunican los resultados a última hora de la tarde. Es positivo.

    Un adolescente, de 13 años, se queja un domingo de dolor de barriga, por lo que la madre no le permite ir al instituto el lunes, pero la familia sigue su ritmo normal. De hecho, el hermano sí va al colegio. El martes, el adolescente, aparentemente recuperado, regresa al instituto, pero se vuelve a quejar de dolor de barriga y tiene un pico de fiebre que desaparece al regresar a su domicilio. El miércoles, la madre llama al centro de salud y el jueves la pediatra devuelve la llamada advirtiendo que hay numerosos casos de gastroenteritis. No obstante, le manda la prueba del coronavirus, la PCR.

    La familia interpreta que si en 24 horas nadie ha llamado es que el niño es negativo. Aun así y aunque nadie les ha dicho qué hacer, los cuatro permanecen confinados y no van al pueblo a la espera de resultados. El domingo por la mañana, 7 días después del dolor de barriga, la madre averigua por un contacto en el hospital que su hijo es positivo. A las siete de la tarde, las rastreadoras le confirman lo que ya sabía y le dan las instrucciones. Los cuatro miembros de la familia deben permanecer diez días aislados.

    En este caso, de una familia de Albacete, los padres tienen la posibilidad de teletrabajar y las características de la vivienda permiten aislar al contagiado con una habitación y un baño para él solo. Asimismo, tienen una red de apoyo, entre amigos y familia, que les llevará todo lo que necesiten mientras permanecen en el domicilio sin moverse.

    82 horas hasta los resultados

    Sin embargo, la madre confesaba a este diario que ahora ha visto que controlar el virus depende de una cadena que no puede romperse. Y es que, en su caso, han pasado 82 horas hasta que le han dado los resultados y siete días hasta que han sido conscientes de la situación. De momento, el centro educativo al que van sus dos hijos no confinará ningún aula, pero nadie sabe ni dónde ni cómo se ha contagiado el adolescente, que evoluciona sin síntomas respiratorios.

    ¿Cuántos dolores de barriga habrán pasado desapercibidos? ¿Saben todos los casos sospechosos lo que deben hacer hasta que se conozcan los resultados?

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