• Las víctimas del coronavirus que no llegaron al hospital

    El Instituto Nacional de Estadística (INE) ha demostrado que Castilla-La Mancha lideró la mortalidad por COVID-19 en la primera ola de la pandemia, pero también ha dejado claro que cientos de víctimas murieron en las residencias o en sus domicilios, sin llegar a un hospital. Concretamente, 1.720 personas fallecieron por coronavirus o con síntomas compatibles, hasta mayo, en residencias de ancianos, mientras que 482 murieron en domicilios. Una vez más, las cifras no cuadran con las facilitadas con la Consejería de Sanidad.

    coronavirus muertes domicilios

    La muerte por coronavirus de cientos de personas se produjo en sus domicilios y en residencias

    • Albacete: 1.070 muertes por COVID-19 identificado y sospechoso de enero a mayo. 402 de esas personas murieron en las residencias de ancianos y 90 en sus domicilios.
    • Toledo: 1.109 víctimas del COVID-19. 371 murieron en residencias y 182 en sus domicilios.
    • Cuenca: 442 fallecidos, de los que 208 murieron en residencias y 59 en sus casas.
    • Guadalajara: 533 fallecidos, 267 en residencias y 17 en domicilios.
    • Ciudad Real: 1.743 fallecidos, 472 en residencias y 134 en sus casas.
    • Fuente: Instituto Nacional de Estadística.

    El INE calcula que durante la primera ola 482 personas murieron en sus domicilios y 1.720 en residencias

    En el caso de las muertes en residencias, las cifras más llamativas son las de Albacete, con 402 muertes, y las de Ciudad Real, con 472. Así, las provincias con mayor número de muertes por coronavirus en domicilios fueron Toledo, con 182, y Ciudad Real, con 134.

    En total, hasta mayo, según las estadísticas del INE, Castilla-La Mancha registró 482 muertes por COVID en domicilios particulares y 1.720 en residencias de ancianos, cifras que en ningún modo coinciden con las facilitadas por la Consejería de Sanidad, que registraba 1.266 en residencias en aquella época, cifra que hoy eleva a 1.638.

    Hay que tener en cuenta que las tasas brutas más elevadas de fallecidos por COVID-19 por cada 100.000 habitantes durante los meses de marzo a mayo de 2020 correspondieron a Castilla-La Mancha, situándose, con un 160,8, muy por encima del resto de las autonomías españolas.

    De marzo a mayo, el INE atribuye al coronavirus la pérdida directa de 4.897 vidas en Castilla-La Mancha, distinguiendo entre diagnóstico de COVID y síntomas compatibles, ya que en marzo apenas se hicieron pruebas. Sin embargo, la Consejería de Sanidad cifra en 4.201 las muertes registradas hasta el 10 de diciembre. Así, el Instituto Nacional de Estadística reconoce más fallecidos en tres meses que el Gobierno de Castilla-La Mancha en más de nueve meses.

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