• ¿Puede estar el COVID detrás de compras compulsivas?

    Fechas claves para el consumo, como Black Friday, las navidades y las rebajas, están a la vuelta de la esquina. Con ellas llegan las compras infinitas, que en algunos casos pueden convertirse en compulsivas. Y hay expertos que advierten que la ansiedad que genera el COVID pueden impulsar este tipo de peligrosas compras.

    decreto covid

     “Las compras poseen una elevada carga emocional, si a ello le unimos la elevada saturación de ofertas y descuentos existentes por las empresas, el mayor consumo de Internet y la ansiedad, soledad y sentimientos depresivos provocados por la pandemia, tenemos el cóctel perfecto para acercarnos a tener un trastorno de compras compulsivas”, explica Antonio Ruiz, experto en Neurociencia Aplicada e Integración Biotecnológica.

    Pero, ¿qué le pasa a nuestro cerebro que implica que tengamos esa necesidad imperiosa de comprar? “Cuando visualizamos un producto interesante, por cualquier motivo para cualquiera de nosotros, se activa el núcleo accumbens. Esta zona está relacionada, por ejemplo, con los circuitos de recompensa en el consumo de algunas drogas, como la cocaína, es el núcleo del placer que se activa y nos mitiga la ansiedad real o percibida, sobre todo en ciertos tipos de personas. Luego entra en juego la sensación de daño o de pérdida cuando pagamos, partida en la que juegan otras áreas: la ínsula y la córtex pre-frontal”, indica Ruiz.

    ¿Qué relación hay?

    Según este experto, la situación, este año, se está viendo agravada por la pandemia. Y es que, el mayor tiempo en casa, como consecuencia del estado de alarma y las posteriores restricciones de movilidad, ha disparado el comercio online, aumentando las compras por esta vía en más de un 70%.

    Entendiendo esto, se presenta un gran problema de cara a Black Friday, tal y como argumenta Antonio Ruiz: “Nos encontramos con un consumidor cargado de incertidumbre y preocupación, donde la ansiedad se mezcla con altas dosis de aburrimiento. A la permanencia en casa, más tiempo de lo habitual, se unen una tarjeta de crédito (que reduce el sentimiento de pérdida ya que no vemos físicamente el dinero que perdemos) y varias pantallas: televisión, móvil, tablet y hasta portátil, inundándonos con mensajes publicitarios que nos incitan a comprar”.

    A pocos días del Black Friday, e inmersos ya en la precampaña navideña, se acerca un momento crítico para aquellas personas con mayor dificultad para realizar un consumo responsable. “Consumidores, empresas y marcas deben aplicar, ahora, el grado máximo de responsabilidad social, ya que el problema de salud real por el coronavirus no se puede ver agravado por otros como el trastorno por compras compulsivas”, concluye el especialista en neurociencia.

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