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Sin restricciones, más allá de la mascarilla en el transporte y el contexto sanitario desde el mes de abril, el COVID da un respiro a los hospitales de Castilla-La Mancha, que encaran el otoño con una segunda dosis de recuerdo de la vacuna que empezará a administrarse, a los mayores de 80 años y en las residencias, el 26 de septiembre. Preocupan los efectos de la vuelta a las aulas y encuentros multitudinarios como la Feria de Albacete, pero, de momento, no hay nuevas variantes que desplacen a la última, la BA.5 de Ómicron. La clave estará en la inmunidad adquirida frente al COVID y en cómo será el regreso de la gripe para que los hospitales aguanten.
El otoño se acerca con una situación en las UCI que nada tiene que ver con la del año pasado
El 7 de septiembre, el día que empezaba la Feria de Albacete, el Ministerio de Sanidad emitía un informe sobre el COVID que situaba a esta provincia en alerta 3, dentro de un contexto idílico en Castilla-La Mancha, ya que Cuenca, Toledo y Ciudad Real se situaban en alerta 1, Guadalajara en 2 y Ciudad Real alcanzaba el apelativo de ‘sin alerta’.
Asimismo, a lo largo de la semana del 5 al 12 de septiembre, ingresaron en Unidades de Cuidados Intensivos de los hospitales de Castilla-La Mancha 5 pacientes y 118 en cama convencional. Estos datos confirman que la pandemia sigue ahí, pero también que se va transformando. Si el año pasado esa semana de septiembre había 180 pacientes ingresados en cama convencional y 41 UCI, en 2022 son 122 pacientes en planta y 4 en UCI.
Está demostrado que las personas mayores y con enfermedades crónicas siguen siendo vulnerables al COVID, por lo que deberán recurrir a la mascarilla en espacios cerrados sin ventilar y con aglomeración de personas. No obstante, aunque se espere un repunte de los contagios, que ahora sólo se registran en mayores de 60 años, es previsible que se mantengan tanto el descenso de la gravedad como de la proporción de ingresos hospitalarios.
Si la inmunidad adquirida con las vacunas se mantiene, que es la gran incógnita, el riesgo de hospitalización por COVID en los mayores de 60 años se reducirá, aunque suba la incidencia, un 63% y el de fallecimiento, un 57%.
Un verano con 400 muertes
El informe nacional de este martes, junto al regional de este viernes, confirmarán si la séptima ola, mantiene la remisión o si el COVID acusa el fin de las vacaciones estivales. Según los datos del Ministerio de Sanidad, este verano han muerto 400 personas por COVID-19 en Castilla-La Mancha.
