
Este jueves se celebró el coloquio «Consecuencias psicológicas y físicas del Covid persistente», organizado por el Colegio Oficial de la Psicología de Castilla-La Mancha, en formato on line. Y que abordó la necesidad de un tratamiento interdisciplinar frente al COVID persistente.

Mujer, de entre 35 y 45 años, perfil del COVID persistente
El acto comenzó con la bienvenida a los expertos y asistentes por parte de la decana del COPCLM, María Dolores Gómez Castillo. Después tuvieron lugar una serie de intervenciones por parte de diversos profesionales de los ámbitos de la Psicología y la Medicina.
La moderación del coloquio corrió a cargo de Beatriz Navarro, vicesecretaria del COPCLM.
La primera intervención correspondió a Estefanía Callejas y Juan Alcázar, presidenta y vicepresidente de la Asociación de COVID persistente de CastillaLa Mancha. Ellos plantearon la problemática y necesidades del paciente post-COVID. Resaltaron la necesidad de coordinación en el servicio de salud, de recibir una atención homogénea en todas las provincias de la región. Y a importancia de la morbilidad del virus, que supone una gran afectación para quien lo padece tanto en la vida profesional como en la personal.
Carmen María Olmeda, médica adjunta de Medicina interna la Gerencia de Atención Integrada de Albacete y responsable de la consulta Covid de este servicio, habló de la definición de long Covid/COVID persistente. También de los diferentes perfiles clínicos. Resaltó algunos factores de riesgo como pueden ser la edad, entre 35 y 49 años, la hipertensión o el haber sido ingresado en el hospital durante el COVID agudo.
Wanda Almonte, facultativa especialista de Neumología en la Gerencia de Atención Integrada deAlbacete y responsable de la consulta COVID persistente de su servicio, también intervino.
Incluso más de un año
Almonte expuso que el COVID persistente se observa con más frecuencia en aquellos que han pasado la enfermedad de forma leve. Y que las secuelas pueden durar entre 6 y 12 meses, e incluso superar este período en algunos casos. Wanda Almonte insistió en que el COVID persistente requiere tratamiento interdisciplinar.
María Teresa Sáez, médica especialista en Medicina Familiar y Comunitaria en el Equipo de Atención Primaria zona 3 de Albacete, expuso su experiencia trabajando en primera línea atendiendo a pacientes con COVID desde el inicio de la pandemia.
Hizo hincapié en la importancia del diagnóstico precoz desde Atención Primaria. Y en el sesgo de información y selección de estos pacientes, pues solamente llegan a ver a aquellos que consultan.
Entre las barreras para acudir a Atención Primaria a consultar por COVID persistente se encuentran, desde el no haberse dado cuenta por haber reducido la práctica de determinadas actividades, hasta el temor a nivel laboral por tener que solicitar una baja.
Aprender a convivir con los síntomas, un reto
Desde el campo de la Psicología se contó con Marta Monferrer, psicóloga clínica en la Gerencia de Atención Integrada de Albacete. Ha trabajado en la atención a pacientes COVID y familiares en el servicio de cuidados intensivos. En la actualidad, lo hace en el ámbito ambulatorio. A través del programa de atención psicológica post-COVID, donde se incluye la atención a pacientes con diagnóstico de COVID persistente.
Puso de manifiesto el nivel de interferencia en la vida diaria. Y el malestar subjetivo que puede generar el COVID persistente, que puede cursar con trastornos adaptativos ansioso-depresivos. Resaltó que el objetivo a nivel psicológico es aprender a convivir con los síntomas y aceptarlos, así como compensar los déficits con distintas estrategias.
Aislamiento social
También desde el ámbito de la Psicología, Adrián Galiana, neuropsicólogo en un centro privado de rehabilitación y miembro del grupo de trabajo de neuropsicología del COPCLM, se refirió a los problemas de aislamiento social y disminución de actividades en estos pacientes. Así como a una cierta negligencia hacia la propia salud por la sensación de desesperanza y desahucio.
Galiana puso en valor la importancia del trabajo multidisciplinar para esta problemática. Un trabajo que requeriría la intervención de disciplinas como la Psicología, la Medicina, la Logopedia, la Terapia ocupacional o la Fisioterapia, entre otras.
