• COVID persistente, un problema de salud pública

    ¿Long Covid?¿Cuáles son las causas de la persistencia? ¿Inflamación crónica? ¿Daño de los tejidos? ¿Permanencia latente del virus?

    El Autor

    Luis-Pedro Artola Pérez

    Médico y periodista

    La enfermedad por SARS-CoV-2 esconde en numerosas ocasiones un grave riesgo derivado de los contagios tanto en jóvenes como en mayores. Se trata del ya denominado COVID persistente o long Covid, término que se está haciendo familiar en la población general, aunque todavía es considerado un gran desconocido incluso por los expertos en el tema. Lo que sí se sabe es que se trata de un proceso complejo y duradero que afecta a personas de cualquier perfil. ¿Cuáles son las causas de la persistencia? Ésa sigue siendo la gran pregunta sin respuesta, aunque existen numerosas hipótesis. Se habla de la inflamación crónica producida por el virus, de la presencia en forma latente de éste o del daño prolongado de los tejidos.

    COVID persistente enfermedad
    Imagen de archivo.

    Muchos de los pacientes no han desarrollado anticuerpos o los han perdido de forma muy rápida

    Una característica de los pacientes con COVID persistente es que muchos de ellos no han desarrollado anticuerpos o los han perdido de forma muy rápida. En esta nueva enfermedad se han descrito ya al menos 200 síntomas a partir de numerosos estudios publicados en estos últimos meses, lo que la convierte en una enfermedad multisistémica. Las estadísticas arrojan que un 20% de los que contrajeron el virus unas cinco semanas después de la infección sufren COVID persistente. No obstante, la falta de registros y, por tanto, del número real de afectados, hacen imposible conocer la dimensión del problema.

    Empecemos por definir este síndrome, recogido en la Organización Mundial de la Salud (OMS) como la persistencia de síntomas de coronavirus durante un tiempo prolongado después de la infección inicial o bien por su aparición después de un tiempo sin ellos y, todo ello, independientemente de que el COVID-19 pasado haya sido leve o grave.

    Y los expertos reconocen que es complicado dar respuesta a muchas de las preguntas que se hacen los pacientes que pasan por ello lo que hace necesario delimitar bien los síntomas para un mejor conocimiento de la enfermedad.

    Esto pone sobre la mesa la preocupación que genera el COVID persistente y la necesaria y debida atención por parte del Sistema Nacional de Salud, lo que ya convierte a esta enfermedad en el caballo de batalla de los próximos años. Sin embargo, desde ciertas instituciones científicas se realizan ciertos avances, como el King College de Londres, cuyos investigadores han observado que aquéllos que presentaban más de cinco síntomas durante la primera semana de la enfermedad tenían mayor riesgo de experimentar COVID persistente.

    200 síntomas asociados

    De esos 200 síntomas asociados al COVID persistente destaca por su frecuencia el cansancio generalizado, pero se han descrito problemas de toda índole, neurológicos, como alteraciones de la memoria o la ausencia de gusto y olfato, musculares, respiratorios, predominando la falta de aire o disnea o intestinales, como la diarrea. Los especialistas alertan de numerosos casos en los que pacientes long Covid presentan dificultades para realizar actividades sencillas como subir una pequeña pendiente o caminar unos minutos, pero uno de los síntomas más preocupantes, según explican, es la afectación cognitiva que presentan muchos de ellos, con una memoria a corto plazo deficiente y el impacto en el día a día que ello puede suponer. De hecho, científicos del Equipo de Investigación Internacional de COVID-19, hablan del hecho demostrado del agravamiento de las enfermedades neurodegenerativas preexistentes, como alzhéimer o párkinson, tras sufrir la infección por coronavirus.

    Baja la edad

    Además, en los casos más severos y limitantes, los pacientes necesitan rehabilitación para intentar ayudarles a ganar resistencia aeróbica con el fin de poder enfrentarse a actividades físicas diarias que previamente realizaban con poco esfuerzo, poca fatiga y rápida recuperación. Los especialistas expresan su preocupación ante los casos a los que se enfrentan diariamente, cada vez en mayor número y con sus propias peculiaridades en las distintas oleadas, como el llamativo descenso en la edad en esta última. Efectivamente, cada vez los médicos atienden a pacientes más jóvenes, que aún tienen una menor cobertura vacunal y, aunque son menos vulnerables a la mortalidad del virus, no presentan inmunidad total a él.

    Una de cada cuatro personas

    Se han publicado numerosas investigaciones al respecto, con resultados similares, entre ellas, la de la revista PLOS ONE, donde se concluye que una de cada cuatro personas contagiadas no se había recuperado del todo seis meses después de haber pasado la infección. Asimismo, el estudio apunta que los jóvenes y las mujeres presentan síntomas de fatiga con más frecuencia que los pacientes de mayor edad y los hombres, respectivamente.

    En el mismo sentido, una investigación publicada en la revista Nature que incide en el tema advierte de la preocupación de los sanitarios ante el aumento de síntomas potencialmente severos en casos COVID persistente entre aquellas personas de entre 16 y 30 años que han pasado la infección hasta seis meses antes y que no habían sido hospitalizados.

    Ello constata que la severidad y duración de los síntomas sigue siendo algo desconocido. Éstos y otros estudios son el comienzo de lo que se considera imprescindible a día de hoy: la investigación del COVID persistente.

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