• Crear necesidad hasta presionar al médico

    El Autor

    Eduardo Giménez Benítez

    Farmacéutico

    He leído con atención el artículo del Dr. Botella y no puedo estar más de acuerdo con lo que en él expresa, pero me hace pensar un poco sobre la necesidad de algunas cosas.

    Estamos en una sociedad de consumo, en la que necesariamente al ciudadano se le saca el dinero paulatinamente; los que somos más mayores recordamos que en otros tiempos lo importante de una empresa era hacer productos que durasen varias generaciones y era normal heredar los muebles de la casa de padres a hijos, a nietos… eran de muy buena calidad. Esto ha cambiado en la sociedad actual, las cosas se hacen para que duren lo justo, de escasa calidad y lo peor es que esta idea se ha trasmitido a la población, sobre todo a la gente joven que tiene la idea de «se rompe, se tira y uno nuevo».

    Estas ideas se complementan con la técnica de las empresas de crear necesidades; así en el ámbito extra sanitario se han creado las necesidades de «la marca», la moda, el aparentar y otras muchas tendencias que lucran en demasía a las empresas.

    En el ámbito sanitario también se crean necesidades, la mayoría o muchas de ellas inútiles, cuando no peligrosas. Para lograrlo y sin hacer publicidad, solo tienen que dar una noticia en los informativos, así si los informativos dan la noticia de que ha salido una pastilla para incrementar nuestra hombría, enseguida  comienzan a dispensarse las famosas pastillas. Si hablan sobre la vacuna del papiloma, a dispensar vacunas. ¿Quién se acuerda de ellas ahora? Otros productos que con solo una noticia se dispensan durante una temporada son los relacionados con la obesidad, con la caída del pelo, en fin, infinidad de ejemplos…

    Otra forma de crear necesidad es actuar sobre el paciente para que presione al médico y le prescriba algún medicamento, valga como ejemplo el caso del Omeprazol, que no hay paciente que no lo reclame después de que le sea prescrito un medicamento. ¿De verdad es necesario este mal llamado protector? Me atrevo a decir, sin tener datos, que más del 50% de estas prescripciones son inadecuadas, pero el «cliente» siempre tiene razón, sobre todo si el prescriptor se encuentra desamparado por sus superiores.

    Se crea necesidad cuando un premio Nobel o alguien muy importante manifiesta que algo es necesario o importante; los más mayores recordarán que hace mucho años había que tomar vitamina C porque lo dijo un premio Nobel. Ahora se ve que no solo no es necesario, porque se toma suficiente con alimentación equilibrada, sino que puede resultar ser nociva; permítanme recordar a un buen farmacéutico que no entendía cómo en España se daban suplementos de vitamina C con las naranjas y limones que aquí tenemos, ese farmacéutico al que yo le oía decir esto era mi padre.

    Hemos de entonar un mea culpa los farmacéuticos de oficina de farmacia, hemos picado con frecuencia en cosas que no deberíamos haberlo hecho, plantillas magnéticas, pulseras curativas, productos para adelgazar….. y otras tantas cosas que no se merecían vender en nuestras boticas. Por suerte esto va cambiando, pero aún queda.