• Cruz Roja quiere erradicar la mutilación genital femenina

    Cruz Roja Española en Albacete apoya un proyecto en Mali, denominado ‘Protección de los derechos sexuales y reproductivos de las niñas y mujeres residentes en los distritos sanitarios de Markala y Niono, región de Ségou’, que tiene como objetivo fundamental contribuir a la mejora de las condiciones de vida de las poblaciones de los círculos de Ségou y Niono, a través de la mejora de la salud reproductiva y sexual de las titulares de derechos de la intervención, en este caso las niñas y adolescentes de la zona, con especial énfasis en la prevención de la escisión y la gestión de las complicaciones obstétricas derivadas de dicha práctica, combatiendo así las altas tasas de mortalidad materno-infantil y de las mujeres en edad de procrear.

    Se fijan, por tanto, tres ejes de intervención estratégicos: mejorar la calidad y uso de la atención sanitaria prenatal, obstétrica y neonatal; reforzar el rol y las responsabilidades de los titulares de obligaciones -el Gobierno y los comités regionales/locales- y responsabilidades -asociaciones de mujeres- encargados de la lucha contra la mutilación genital femenina en Mali, y por último, llevar a cabo acciones de formación y sensibilización que fomenten el respeto del derecho a una salud sexual y reproductiva plena de las mujeres y niñas, promoviendo el abandono de la mutilación genital femenina en la sociedad maliense.

    Este proyecto, cofinanciado por la Diputación Provincial de Albacete, quiere acabar con la ablación de clítoris o Mutilación genital femenina (MGF), expresión oficial utilizada para referirse a esta práctica por la OMS (Organización Mundial de la Salud), consiste en la eliminación de tejido de cualquier parte de los genitales femeninos por razones culturales, religiosas o cualquier otra razón no médica.

    Refleja una desigualdad entre los sexos muy arraigada, y constituye una forma extrema de discriminación contra mujeres y niñas. La práctica viola sus derechos a la Salud, la seguridad y la integridad física, el derecho a no ser sometidas a torturas y tratos crueles, inhumanos o degradantes, y el derecho a la vida en los casos en que el procedimiento acaba produciendo la muerte.

    Aunque se concentra principalmente en 29 países de África y de Oriente Medio, la ablación es un problema universal y se practica en algunos países de Asia y América Latina. Además persiste también en las poblaciones emigrantes que viven en Europa Occidental, Norte América, Australia y Nueva Zelanda. Esta práctica ancestral, que han sufrido ya más de 200 millones de mujeres y niñas (más de 100 millones en África), tiene graves consecuencias ginecológicas, obstétricas y psicosociales.

    Cada año, tres millones de niñas se someten a la MGF. Y más de 30 millones de niñas podrían ser víctimas potenciales de esta práctica en los próximos 10 años.

    Uno de los países con mayor índice de prevalencia de la escisión es Mali, donde la tasa se sitúa en el 91% de las mujeres de entre 15 y 49 años. En la regiones malienses en que trabaja Cruz Roja Española, Ségou la cifra es aún mayor, 92,2%.

    Desde el año 2000, Cruz Roja Española, en colaboración con la Cruz Roja de Mali y con el apoyo de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID), ha desarrollado en varias regiones actividades dirigidas a informar y sensibilizar a nivel comunitario de los riesgos que se generan, a fin de que se abandone esta práctica y para mejorar la salud y condiciones de vida de las mujeres y niñas víctimas de graves secuelas físicas y psicológicas de la ablación. Cruz Roja trabaja con líderes comunitarios, personal sociosanitario, profesores y las organizaciones comunitarias de base a través de distintos módulos de formación y de sensibilización en los que las mujeres participan activamente, con independencia de haber sido o no víctimas de la mutilación genital.