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¿Cuándo debemos llevar mascarilla y dónde? En un contexto en el que la incidencia COVID está disparada, los mayores de 60 años y las personas con enfermedades crónicas e inmunodeprimidas, como es el caso de los trasplantados, no pueden renunciar a la mascarilla. Así, asociaciones de pacientes, como la de enfermos renales ALCER, apelan al sentido común. Aunque no sea obligatoria, la mascarilla es más que aconsejable. También son partidarios de ella los colegios de médicos.
- La mascarilla sigue siendo obligatoria en los transportes públicos, como el tren o el autobús. No es obligatoria en las estaciones de viajeros ni en los andenes. También es obligatoria tanto para los trabajadores como para los visitantes de centros, servicios y establecimientos sanitarios como: centros de transfusión, farmacias, hospitales o centros de salud.
Los pacientes trasplantados pueden perder la inmunidad incluso con cuatro dosis de la vacuna
ALCER recuerda que los pacientes trasplantados renales pierden la inmunidad aportada por las vacunas e incluso después de 4 dosis su protección es considerablemente menor que en la población general. A ello se une las frecuentes enfermedades añadidas que suelen tener los pacientes renales, como la tensión arterial alta, problemas cardiovasculares o diabetes.
Aunque es cierto que la generación de células T (que protegen frente a la progresión grave de la enfermedad) alcanzan niveles muy altos tras la cuarta dosis, ALCER insiste en que “merece la pena seguir utilizando las mascarillas en determinadas situaciones dada la alta transmisión y vulnerabilidad de estas personas”.
En el caso de las personas en tratamientos de diálisis, aunque la protección ofrecida por las vacunas es mayor que en las personas trasplantadas renales, su alto riesgo por la propia enfermedad, su edad avanzada y las enfermedades asociadas hacen necesario que no bajen la guardia.
¿Cuándo llevar mascarilla?
- En concreto, ALCER recomienda el uso de mascarilla en las siguientes situaciones:
- Consultas médicas, visitas rutinarias o de cualquier otro tipo a centros sanitarios u hospitalarios, ya que aquí la mascarilla si es obligatoria.
- Espacios interiores, cuando se prevea la utilización del mismo lugar junto con personas no convivientes, sobre todo cuando no se pueda mantener distancia de seguridad.
- Asistencia a espectáculos o eventos dónde se prevea la acumulación importante de personas, y aun cuando sea en el exterior si no se puede asegurar la distancia mínima de seguridad de 1,5 metros.
- Uso de transporte público o privado cuando se realice con no convivientes.
- Centros no sanitarios, como entidades ALCER, de atención social, psicológica, nutricional, de fisioterapia o centros de estética.
- Del mismo modo se recomienda seguir las mismas medidas a todos aquellos convivientes de personas en tratamientos de diálisis o con trasplante renal.
“Desde ALCER somos conscientes de que las nuevas variantes del virus producen síntomas menores y mejor progresión de la enfermedad, pero los pacientes renales son un grupo especialmente vulnerable, y por ello les recomienda seguir extremando las precauciones”, aconseja la asociación.
