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Pacientes trasplantados ya han recibido la cuarta dosis
La cuarta dosis de la vacuna COVID o segundo refuerzo ya está sobre la mesa para personal sanitario y residencias. De hecho, los pacientes trasplantados de riñón ya han recibido la cuarta, como han confirmado desde la asociación ALCER. Y es que el estudio SENCOVAC ha advertido que sólo la mitad de estos enfermos renales conserva la protección tres meses después de vacunarse. Así, las vacunas han demostrado en la sexta ola, con un índice de contagios sin precedentes, que reducen la gravedad y mortalidad de la enfermedad, pero su eficacia tiene caducidad.
El estudio SENOVAC confirma que la mitad de los pacientes trasplantados pierde los anticuerpos a los tres meses
Francia ya está administrando la cuarta dosis y Estados Unidos habla de un refuerzo de cara al otoño de 2022, pero España, en la bajada de la sexta ola, aún no ha tomado una decisión. Todo dependerá de los indicadores actuales, que son la incidencia en mayores de 60 años y la presión hospitalaria.
Sólo la mitad de los pacientes trasplantados de riñón que han recibido la vacuna COVID se encuentran protegidos a los tres meses de su administración. Presentan una protección muy inferior a la del resto de pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
Concretamente sólo el 47% de los pacientes trasplantados renales tienen una respuesta inmunitaria adecuada a la vacuna a los tres meses de la segunda dosis, confirmando así que su eficacia y seguridad sigue descendiendo con el paso de los primeros meses desde la vacunación y que pierden los anticuerpos de forma más rápida. Así lo señala el estudio SENCOVAC, promovido por la Sociedad Española de Nefrología (SEN), que analiza la eficacia y seguridad de la vacuna COVID-19 en los pacientes con Enfermedad Renal Crónica (ERC).
La edad también es clave
Los principales factores asociados a esa respuesta inmunitaria negativa a los tres meses de la vacuna radican tanto en el trasplante como en la edad avanzada del paciente.
El estudio SENCOVAC cuenta con la participación de 50 hospitales y centros de diálisis españoles y una muestra de más 1.746 pacientes.
El análisis destaca la importancia de identificar los predictores de pérdida de los anticuerpos. Así, la clave estaría en priorizar a los pacientes renales con mayor riesgo para la administración de nuevas dosis. También se plantea el uso profiláctico de anticuerpos monoclonales anti SARS-CoV-2.
Moderna, la más efectiva
Por último, la vacuna de Moderna sigue demostrándose como la que desarrolla una respuesta inmune más fuerte y efectiva.
“Después de cuatro dosis, no he tenido ninguna reacción adversa”
Federico Pozuelo es un paciente relativamente joven, ya que, con menos de 50 años, no entra en la edad de riesgo, pero tiene espina bífida y, desde hace 7 años, está trasplantado de riñón. Este albaceteño consultó al principio sobre las vacunas y, guiado por su nefrólogo y su médico de cabecera, se puso la primera dosis, de Moderna, el 20 de abril de 2021. La segunda dosis llegó el 18 de mayo; la tercera el 30 de septiembre y el pasado 24 de marzo recibió la cuarta dosis de la vacuna COVID.
Asegura que las dosis de refuerzo se las ha puesto “sin rechistar”, que no ha notado “ninguna reacción adversa”. De hecho, sus analíticas siguen perfectas y sus anticuerpos frente al COVID suben de vacuna en vacuna.
