• Adictos a la Cueva de los Ángeles

    El Autor

    Rigoberto López y Manuel Martínez

    Profesor de Psicología en la Facultad de Enfermería y dentista

    Los andarines de Diario Sanitario vimos las imágenes de la Cueva de los Ángeles gracias a una ruta de la Diputación de Albacete y, desde entonces, estábamos con la idea de Villamalea, pero a falta de una, hemos acabado haciendo dos rutas y, ya veremos, porque no hay dos sin tres.

    Vimos las imágenes de la Cueva de los Ángeles gracias a una ruta de la Diputación de Albacete y, desde entonces, estábamos con la idea.

    Este oasis es ajeno a una sequía que ha dejado al mes de abril sin una sola gota de agua

    Y es que, todo hay que decirlo, en los dos intentos no hemos conseguido hacer la ruta circular que pretendíamos. No ha habido manera de rematar la faena llegando al pino gordo. En la primera excursión acabamos en un tollo, que no era el de la tortuga, y en el segunda regresamos por la carretera.

    Eso sí, nuestro punto de partida siempre ha sido la ‘Fuente de San Antón’, desde la ermita del mismo nombre, camino que hay que coger con el coche justo enfrente de la gasolinera del pueblo de Villamalea, el del champiñón.

    En una época en la que no vemos llover desde el mes de diciembre, la Cueva de los Ángeles se ha convertido en nuestro oasis albaceteño. Nuestro destino, en dos visitas sucesivas, nos ha sorprendido porque es indescriptible la visión de lo que hay ahí abajo. Parece que hubiéramos cambiado de continente y, sin embargo, estamos a una hora y cuarto de Albacete capital.

    De hecho, por el camino, nos sorprende lo bien cuidados que están los bancales de Villamalea, ya sea de olivo, vid, almendro o de pistacho, pero también el polvo que levantan las botas en cada paso, fruto de una sequía que no da tregua. Ni una gota en todo el mes de abril. 2023 ha restado toda credibilidad al refranero.

    También hay que decir que, una vez disfrutada la Cueva de los Ángeles, aún queda mucho por ver y recorrer en unos 15 kilómetros. Pero tenemos que insistir en que las marcas son difíciles de seguir, así que atención, paciencia y a no perder detalle del agua que nos sorprenderá en la continuación. También habrá que observar un molino que nos encontraremos durante el camino y una segunda poza.

    📍Aquí puede consultar la ruta en Wikiloc

    Un sinfín de pañuelos de papel

    La ruta hacia la Cueva de los Ángeles hay que seguirla con mil ojos, buscando con esmero las marcas blancas y amarillas, que no siempre están puestas con acierto. También tenemos que llamar la atención a los grandes grupos que recorren esta preciosa ruta porque da pena y rabia ver la cantidad de pañuelos de papel que pueblan los caminos. Por favor, es una cuestión de educación. Llévense una bolsa y echen ahí todo lo que no sea biodegradable.

    Por lo demás, no duden en ir hasta la ermita, encontrar la fuente y, a la izquierda, emprender una ruta obligada. La Cueva de los Ángeles es el oasis de La Manchuela.

    Y si hacen esta ruta de jueves a domingo, les aconsejamos que prueben los mejores boquerones fritos de la provincia en el Santiago de Navas de Jorquera. Más adelante les sorprenderemos con otra ruta y un bar de Villamalea al que le otorgaremos todas nuestras estrellas.

    ➡️ Tiene otras rutas en la sección ‘Senderismo’

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