La aplicación de los proyectos de seguridad en pacientes críticos, basados en la aplicación de recomendaciones con elevada evidencia científica, ha demostrado una importante reducción de infecciones y sobre todo ha demostrado que es posible no sólo contener la progresión de las bacterias multirresistentes (BMR) sino reducir su incidencia en un grupo de pacientes especialmente graves. Además, ha incrementado la cultura de seguridad entre el personal sanitario, ha mejorado la comunicación entre estamentos y ha permitido reducir en un 50% las tasas nacionales de bacteriemia y neumonía, así como disminuir en más de un 20% la tasa de pacientes que adquieren una bacteria multirresistente durante su estancia en dichas unidades. Así lo asegura el Ministerio de Sanidad en un informe. Y es que las unidades de cuidados intensivos de regiones como Castilla-La Mancha atienden a más de 4.000 pacientes al año.
La aplicación en España de prácticas clínicas seguras en el entorno de pacientes críticos se han concretado en el diseño y aplicación de tres proyectos específicos conocidos como Proyecto Bacteriemia Zero (BZ), Proyecto Neumonía Zero (NZ) y Proyecto Resistencia Zero (RZ). Dichos proyectos han sido patrocinados y promovidos por el Ministerio de Sanidad, Servicio Social e Igualdad en el marco de la Estrategia de Seguridad del Paciente del Sistema Nacional de Salud, a través de las consejerías de Salud de las distintas CCAA y liderados científicamente por el Grupo de Trabajo de Enfermedades Infecciosas y Sepsis de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICYUC) con la colaboración de la Sociedad Española de Enfermería Intensiva y Unidades Coronarias.
En el análisis preliminar de los resultados, se ha comprobado que las 103 unidades participantes de toda España que han cumplido las recomendaciones del proyecto Resistencia Zero, han reducido significativamente las infecciones adquiridas en UCI causadas por bacterias multirresistentes. Por otra parte, las experiencias de éxito de algunos centros y Comunidades Autónomas que se han compartido en las reuniones en las que se han expuesto los resultados, son modelos que han generado nuevas maneras de trabajar.
La lucha contra las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y la diseminación de bacterias multirresistentes en los hospitales es responsabilidad del personal sanitario que trabaja en dicha unidades de pacientes críticos pero también de los gestores y mandos intermedios que actúan como líderes para el éxito de las medidas implantadas. El ejemplo español de lucha contra estas infecciones en los pacientes críticos demuestra que es posible su control y su reducción.
Las UCI españolas son cada vez más limpias y seguras
El control y la reducción de las infecciones relacionadas con la asistencia sanitaria y la contención y disminución de la diseminación de BMR debe de extremarse allí donde su aparición puede producir mayor riesgo para los pacientes. El personal sanitario que atiende a los pacientes de riesgo en las UCI españolas han demostrado su compromiso en mejorar las prácticas asistenciales para hacerlas más limpias y seguras. Con ello han contribuido a mejorar la calidad asistencial, a disminuir el riesgo de sus pacientes y a reducir los costes asistenciales de los diferentes procesos atendidos.