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En cuestión de segundos, por un ictus, un golpe, un tumor o una infección, la vida de una persona puede frenar hasta el punto de que le cambie desde la movilidad hasta la personalidad por un daño cerebral sobrevenido (DCS). Se estima que cada año se registran 2.000 nuevos casos en Castilla-La Mancha. Por este motivo, bajo el lema Una vida salvada merece ser vivida, ADACE, la asociación regional que trabaja con los afectados y sus familias, ha celebrado su tradicional acto de visibilización de la enfermedad en el salón de actos del Hospital Perpetuo Socorro de Albacete.
ADACE insiste en la elaboración de un censo de afectados
El acto ha finalizado con la lectura del manifiesto por parte de una usuaria de ADACE, María Ángeles González. El texto, titulado ‘Te puede pasar a ti, nos puede pasar a cualquiera‘, recuerda que al año unas 100.000 personas se enfrentan a cambios radicales en su proyecto de vida causados por Daño Cerebral Sobrevenido.
Así, de acuerdo con el manifiesto, las asociaciones tienen entre sus demandas principales:
- El desarrollo de una estrategia nacional de atención al daño cerebral sobrevenido (DCS).
- La creación de la categoría diagnóstica ‘Daño Cerebral Adquirido’ en la que se fijen las necesidades y criterios de atención.
- La elaboración de un censo de personas con esta situación que permita analizar las necesidades de atención.
- Que se considere a la familia como parte beneficiaria en el proceso de atención y que los planes sociales y sanitarios reflejen las necesidades específicas de las personas con mayor vulnerabilidad.
El encuentro ha contado con la asistencia de la diputada provincial de Servicios Sociales, Juani García, el alcalde de Albacete, Vicente Casañ, el director médico del SESCAM, Alberto Sansón, la neuropsicóloga, Llanos Marcilla, representantes de diferentes grupos políticos y del ámbito médico.
¿Qué es un DCS?
El Daño Cerebral Sobrevenido (DCS) es una lesión repentina en el cerebro. Se caracteriza por su aparición brusca y por el conjunto variado de secuelas que presenta según el área del cerebro lesionada y la gravedad del daño. Estas secuelas provocan anomalías en la percepción, alteraciones físicas, cognitivas y emocionales.
La principal causa de daño cerebral es el ictus, seguida de los traumatismos craneoencefálicos y enfermedades como las anoxias, los tumores cerebrales o las infecciones.
