• Objetivo: recuperar la vitamina D

    El personal de Enfermería tiene la clave para acabar con déficit de vitamina D tan común en la población española. La enfermera Nerea Guerrero explica cómo el ejercicio, la dieta y la vida al aire libre ayudan frente a un déficit clave en enfermedades neurológicas, autoinmunes y procesos infecciosos.

    El Autor

    Nerea Guerrero Pastur

    Enfermera, egresada de la Facultad de Enfermería de Cuenca, participante en el certamen ‘CuenTFGéame’

    Actualmente, el déficit de la vitamina D es un problema común en la población española. España es uno de los países que más horas de sol recibe y cuenta con una gran variedad gastronómica. La falta de esta vitamina es un dato curioso que nos hace plantearnos qué es lo que está fallando y, sobre todo, qué consecuencias puede tener para nuestro organismo.

    Las enfermeras, clave en la prevención

    Hoy en día se vive más deprisa, hay menos tiempo para cocinar, pues la jornada laboral y el ocio ocupan un lugar importante en nuestro día a día, se opta por comida rápida, se consumen menos raciones de fruta y verdura y se tiene más prudencia con la exposición solar como prevención a enfermedades de la piel.

    Por otro lado, tendemos a refinar los cereales completos, nos ayudamos de las altas temperaturas a la hora de preparar los alimentos y tenemos un excesivo consumo de carne.

    Todo ello, sumado a la gran facilidad con la que podemos acceder a fuentes de información, en muchas ocasiones poco contrastadas, hace que en las últimas décadas el déficit de vitaminas, más concretamente la vitamina D haya suscitado un creciente interés, no solo en el entorno médico, sino también entre la población en general. Esto ha llevado a que exista mucha controversia sobre suplementación, pues mucha población se suplementa por su cuenta con multivitamínicos sin conocer su verdadera necesidad.

    La vitamina D puede obtenerse de diferentes maneras. Una de ellas es la dieta, pero no es la única, ya que, si la piel es expuesta a una cantidad suficiente de luz solar o radiación ultravioleta artificial, sus necesidades pueden verse cubiertas.

    El déficit de vitamina D es un factor de riesgo

    Tras haber contrastando la evidencia científica de la última década, nos cercioramos sobre que su déficit es considerado factor de riesgo ante enfermedades relacionadas con procesos metabólicos del organismo, como es principalmente la absorción del calcio, la inmunidad innata y adaptativa y ciertos procesos inflamatorios.

    Dado que no existe una determinación clara sobre si es recomendable la suplementación de toda la población adulta como factor protector para prevenir ciertas enfermedades, recurriremos a la importancia que tiene la enfermería en la educación para la salud del paciente y en la mejora de sus hábitos de vida.

    Los objetivos que se han perseguido, han sido ofrecer los conocimientos adecuados acerca de lo que significa tener un déficit de esta vitamina y fomentar la importancia de la nutrición y el ejercicio físico en situaciones de salud y de enfermedad.

    La dieta

    Como profesionales, es imprescindible que conozcamos los cambios que se atraviesan durante la vida para así poder ofrecer una educación y unas pautas sencillas adaptadas a cada individuo, identificando precozmente a los pacientes que presenten riesgo de desnutrición (personas obesas, mayores de 65 años y con baja exposición solar principalmente) y llevando a cabo un seguimiento y continuidad en sus cuidados de manera sistemática y multidisciplinar, contribuyendo directamente a mejorar la ingesta de esta vitamina en la población.

    30 minutos diarios de ejercicio al aire libre

    Instruir a los pacientes y que comprendan que una mala nutrición puede provocar un aumento de vulnerabilidad a las enfermedades y reducir su inmunidad, recomendar al paciente una alimentación equilibrada y variada en la que estén presentes todos los grupos de alimentos, en particular los que sean fuente natural de dicha vitamina (salmón, atún, sardinas, productos del mar, hongos, semillas, huevos…), fomentar la práctica de actividad física con una exposición solar controlada un mínimo de 30 minutos diarios y aclarar que la suplementación con multivitamínicos únicamente está recomendada bajo supervisión médica, son las bases para iniciar el camino a una buena salud.

    Hemeroteca

    La vitamina D influye hasta en el ánimo

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