Centros de salud de los pueblos y Albacete capital están anulando citas a los pacientes por el desabastecimiento de vacunas de la gripe y el neumococo. Y es que al Zona 7, por ejemplo, donde hay más de una veintena de consultas, las vacunas no llegarán hasta el jueves. La falta de estos fármacos, junto a la lista de espera y las dificultades para atender a los pacientes por teléfono, no está sino aumentando el desconcierto y la carga de trabajo.
El desabastecimiento también afecta a la vacuna del neumococo
El enfado de los pacientes aumenta cuando, después de recibir una carta del presidente de Castilla-La Mancha, Emiliano García-Page, recomendándoles ambas vacunas, la del neumococo y la de la gripe, se encuentran con que no hay dosis suficientes.
En opinión de los médicos consultados por este diario, el hecho de que no haya vacunas desde el miércoles resulta “caótico y arriesgado”. Y es que si bien no dudan de que llegarán nuevas remesas, de momento están anulando una media de 40 citas diarias, así como obligando a pacientes de riesgo a hacer viajes en balde.
Esta situación de desabastecimiento de vacunas está multiplicando el trabajo de las enfermeras así como indignando a médicos que se quejan de que se pasan el día dando explicaciones por la falta de vacunas y cursando bajas por COVID colgados del teléfono.
En este contexto, se están dando casos de pacientes que han optado por comprar la vacuna en la farmacia y regresar al centro de salud para inmunizarse. Y es que después de la campaña de la Consejería de Sanidad recomendando la vacunación, a la población le cuesta asumir que le anulen la cita.
Precisamente, la Consejería de Sanidad presumía este fin de semana, en un comunicado, de la amplia cobertura que se está consiguiendo con la vacuna de la gripe. Sin embargo, los médicos de Atención Primaria temen que el hecho de anular citas desmotive a los pacientes, lo que llevará a que las dosis, cuando lleguen, acaben almacenadas.
En cualquiera de los casos, cabe insistir en que la vacuna de la gripe y del neumococo son fundamentales, sobre todo para proteger a los mayores de 65 años y a los enfermos crónicos.